quarta-feira, 16 de dezembro de 2009

COPENHAGUE URGENTE

Dear Friends,


Copenhagen's last-ditch summi
t to stop catastrophic global warming is failing; only massive public pressure can save it. Sign the giant petition below - it may be the largest in history:

With three days to go, the crucial Copenhagen summit is failing.

Tomorrow, the world's leaders arrive for an unprecedented 60 hours of direct negotiations. Experts agree that without a tidal wave of public pressure for a deal, the summit will not stop catastrophic global warming of 2 degrees.

Click below to sign the petition for a real deal in Copenhagen -- the campaign already has a staggering 10 million supporters - let's make it the largest petition in history in the next 72 hours! Every single name is actually being read out at the summit -- sign on at the link below and forward this email to everyone!

http://www.avaaz.org/en/save_copenhagen

An Avaaz team is meeting daily with negotiators inside the summit who will organize a spectacular petition delivery to world leaders as they arrive, building a giant wall of boxes of names and reading out the names of every person who signs. With the largest petition in history, leaders will have no doubt that the whole world is watching.

Millions watched the Avaaz vigil inside the summit on TV yesterday, where Archbishop Desmond Tutu told hundreds of delegates and assembled children:
“We marched in Berlin, and the wall fell.
"We marched for South Africa, and apartheid fell.
"We marched at Copenhagen -- and we WILL get a Real Deal.”

quinta-feira, 10 de dezembro de 2009

Brasil 2010: La necesidad de una Asamblea constituyente que refunde el país en el Socialismo

Brasil 2010: La necesidad de una Asamblea constituyente que refunde el país en el Socialismo

Antonio Salamanca Serrano
Publicado en Aporrea.org: 09/12/09

Reconociendo y sin descrédito alguno y de lo positivo que haya significado el gobierno de Lula en Brasil, el estado de necesidad en que se encuentra el pueblo brasileño por causa del sistema económico capitalista (neoliberal y socialdemócrata), y las limitaciones e incapacidades del poder político constituido, exigen la convocatoria, en 2010, de una Asamblea Constituyente que refunde al país en el socialismo. Veamos en un rápido acercamiento el estado de necesidad y opresión del pueblo brasileño.


1ª Necesidad de Comunicación Material

1.1 Necesidad eco-estética

El bello ecosistema brasileño está siendo destruido por la desforestación, la contaminación química, transgénica y radioactiva. Brasil, el quinto país del mundo en extensión, tiene 8,5 millones km², el 47% de América del Sur, dividido en 26 estados federales, un Distrito Federal, y 5.564 municipios. En el país viven 192.000.000 de personas mal comunicadas geográficamente. Según datos de la patronal de los transportistas, de un total de 89.552 kilómetros de carreteras nacionales y regionales, apenas 27.713 kilómetros (31%) fueron clasificados como en buen estado para el tránsito. Los restantes 61.839 kilómetros cuadrados fueron calificados como en pésimo, mal o regular estado para el tránsito por los técnicos. La cuenca amazónica sudamericana, que se extiende por Perú, Colombia, Bolivia y Brasil, es de aproximadamente 6,2 millones de km2. Cuenta con una población aproximada de 33,5 millones de habitantes, de los cuales 21 viven en ciudades, y 12,5 en el campo. La cuenca amazónica brasileña es de más de 4 millones de kilómetros cuadrados, prácticamente la mitad del país. La cuenca del Amazonas alberga entre el 15 y el 20 % del agua dulce del planeta. Brasil, junto con México, Colombia, Indonesia y Perú, albergan entre el 60 y 70 % de la belleza natural de la biodiversidad de especies de flora y fauna del planeta, más de 10 millones de especies. Pues bien, entre agosto de 2007 y julio de 2008, el último registro oficial anualizado, fueron devastados 12.911 kilómetros cuadrados de selva, 12 % por encima del año anterior. Según la revista científica Nature, en 2050 se habrá perdido el 40% de la Amazonia si la tendencia actual de expansión agrícola continúa. Además, la expansión agrícola y ganadera es en su mayor parte de monocultivos transgénicos, que atentan contra la biodiversidad y la salud del ecosistema. Según el periodista Christophe Ventura, Lula da Silva ha firmado compromisos con las firmas del agrobusiness Monsanto, Syngenta, Cargill, Nestlé, Basf, Bayer, etc., con objeto de convertir a Brasil en el mayor productor mundial de soja, de caña de azúcar para etanol y otros productos . “La organización Amigos de la Tierra-Amazonia Brasileña publicó, en abril de 2008, el informe “La hora de la cuenta – Ganadería, Amazonia y coyuntura”, en el que explica que la Amazonia se consolidó como una importante región productora de carne debido a la instalación de megafrigoríficos, financiados con recursos públicos subsidiados por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil del orden de los 6.000 millones de reales en 2008, un récord histórico. De ese monto, casi nada se destinó al aumento de la productividad y la recuperación de tierras degradadas o abandonadas. El informe muestra incluso que uno de los factores centrales para la viabilidad de la ganadería en las principales regiones productoras de la Amazonia es la invasión y la posesión ilegal de tierras públicas, acompañada de deforestación irregular”.

Brasil es uno de los mayores consumidores mundiales de venenos agrícolas. En la cosecha pasada se vertieron a los campos de caña de azúcar, soja, arroz, maíz, tabaco, tomate, patata, uva, fresas y hortalizas, 713 millones de toneladas, a razón de 3.700 kilos por cada brasileño. Según Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria), existen en el mercado más de veinte productos agrícolas peligrosos para la salud. Sin embargo, la misma agencia, por presiones de Monsanto, autorizó que los productos derivados de la soja pudiesen tener hasta 10,0 mg/kg de glifosato, 50 veces más que lo que antes se permitía para la soja y el aceite de soja (0,2 mg/kg de residuos). Lo mismo ocurre con el maíz, que una vez que ha sido aprobado el maíz transgénico, se quiere aumentar el umbral de residuos de 0,1 mg/kg permitido actualmente a 1,0 mg/kg[1]. Por otro lado, según la organización no gubernamental Consejo de Informaciones sobre Biotecnología, Brasil, en 2007, plantó el 12% de los cultivos genéticamente modificados en el mundo, siguiendo a Estados Unidos y Argentina. La soja transgénica se extiende por 14 millones de hectáreas, y el maíz transgénico 1,5 millones de hectáreas. Por si los riesgos no fuesen pocos, el gobierno brasileño pretende sumar los riesgos de los accidentes y de los residuos nucleares con la construcción de entre 50 y 60 centrales nucleares en los próximos 50 años.

Según datos de 2005 de los programas internacionales de la ONU, en Brasil hay aproximadamente 34 millones de personas sin vivienda. De las viviendas, sólo el 62,4% cuenta con saneamiento básico. De las familias con menores que disponen de vivienda, sólo el 54,5% dispone de servicio de saneamiento. Más de 100 mil familias sin-tierra mal viven acampadas por el país al raso, en barracas de plástico negro junto a las cunetas de las carreteas.

Según datos del Estudio Nacional de Demografía y Salud de la Infancia y la Mujer, de 2007, en la región Norte del país, el 13.3% de la población pasa hambre. La desnutrición infantil aguda afecta al 1,6% de los menores brasileños menores de 5 años. De las mujeres sin estudios, el 20% de los hijos nacidos vivos mueren antes de cumplir un año. El sistema público de salud brasileño (SUS) no satisface las necesidades de toda la población, por falta de calidad, recursos y accesibilidad en tiempo a los servicios médicos y los medicamentos. Eso ha provocado una tendencia directa e indirecta a la privatización del mismo. En Brasil, unos 50 millones de personas pagan planes de seguros privados de salud. Con un gasto semejante, el sistema público atiende a 150 millones de personas (SUS). El sistema público de salud brasileño destina el 70 % de sus recursos para financiar el sistema privado de atención médica. Los gastos de salud ocupan el cuarto lugar del presupuesto familiar, después de la vivienda, alimentación y transporte. Entre los más pobres, la mayor parte de sus escasos ingresos está destinada a la salud, el 90 %, a la compra de medicamentos. Entre 15 y 20 % de la población brasileña no tiene acceso a estos medicamentos[2].


1.2. Necesidad ero-económica

La necesidad de reconocimiento afectivo no está satisfecha del todo en Brasil por causa de la discriminación racial, sexual, económica, etc. Brasil cuenta con 95 millones de blancos, 81 millones de mestizos, mulatos y zambos, 14,5 millones de negros, 1 millón de asiáticos, y aproximadamente de 600.000 indígenas. Según la coordinadora colegiada del Forum de Mujeres de Pernambuco y de la ONG Ciudadanía Femenina, Rejane Pereira, la mayor parte de las mujeres negras pobres tienen trabajos ‘informales’ con una renta media de R$ 100. Según datos de la Fundación Nacional de Salud (Funasa) la población indígena de Brasil es de 470 mil personas, el 0.2% de la población total del país. Los datos del censo demográfico de 2000, realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) computó 734.127, el 0.4% de la población del país. Se agrupa en un total de 220 pueblos indígenas, algunos de ellos, como los Guaraníes, extiende su territorio por varios Estados-nación (Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay), Yanomami (Brasil y Venezuela), Tukano (Brasil e Colombia) y Tikuna (Brasil, Colombia y Perú). La extensión de sus territorios es aproximadamente de 110,6 millones de hectáreas, el 13% del territorio nacional y el 21% de la Amazonia brasileña. La riqueza lingüística de estos pueblos significa más de 180 lenguas, agrupadas en 35 familias lingüísticas. La discriminación es especialmente fuerte hacia los negros, mujeres, indígenas y extranjeros. Especialmente aguda es la discriminación de la población indígena que sufre la marginación social, expropiación de sus tierras y exterminio étnico. Según datos del Instituto Migraciones y Derechos Humanos (IMDH) hay entre 200 a 250.000 extranjeros indocumentados que viven en Brasil: bolivianos, peruanos, paraguayos, colombianos, que son discriminados y explotados laboralmente. El Gobierno Federal aprobó la Ley N° 11.961/2009 (Ley de Amnistía) por la que se concede registro provisorio a los extranjeros irregulares que entraron en Brasil antes del día 1° de febrero de 2009, si lo solicitan antes de que finalice el presente año. En Brasil se estima que puede haber más de 20 millones de homosexuales, entre el 15 y el 20% de la población, que sufre elevados niveles de homofobia. En 2008 fueron asesinados en Brasil 190 homosexuales, uno cada dos días, un aumento de 55 % respecto a 2007.

Respecto a la necesidad de un sistema económico que asegure al pueblo la producción y reproducción de la vida, el sistema económico capitalista ‘socialdemócrata’ brasileño sigue permitiendo la expropiación de los medios de producción del pueblo, comercialización de los productos e incluso del consumo de los mismos. Brasil cuenta con 600 millones de hectáreas cultivables, pero la reforma agraria está pendiente. Según datos del censo agropecuario del IBGE – Instituto Brasileño de Geografía y Estadística – el 43% de las áreas agriculturables del país son latifundios. Después de Paraguay, Brasil es el país con mayor concentración de tierra en el mundo. En Brasil, el 2%, o sea, 50.000 terratenientes, son dueños de la mitad de la naturaleza del país. Según el ministro brasileño de Reforma Agraria, Guilherme Cassel, en los seis primeros años del gobierno Lula, 520 mil familias consiguieron tierras. Y está previsto seguir asentando entre 70 mil y cien mil familias por año. Sin embargo, el MST rechaza estas cifras y afirma que sólo fueron asentadas cien mil familias. Mientras, 4.000.000 de labriegos permanecen sin tierra, y 230.000 familias están esperando la reforma agraria viviendo en campamentos junto a las carreteras del país. Además del latifundio, en los últimos años, las grandes empresas transnacionales se han apoderado de la producción y circulación de las semillas y del petróleo. Están controlando el agronegocio y el monocultivo, usando agrotóxicos prohibidos. El pueblo brasileño necesita, en palabras de Stédile, una “Reforma Agraria Popular”. Un reforma que establezca un límite de 1.500 hectáreas, con objeto de favorecer la pequeña agroindustria en manos de los trabajadores organizados en cooperativas[3].

El Gobierno financia el agronegocio y los agrocombustibles en el Plan Agrícola y Pecuario 2008/2009, con 65 billones de reales. Por el contrario, destina sólo 13 billones a la agricultura familiar, que produce el 70% de los alimentos consumidos en Brasil (56% de la leche, 67% del frijol, 89% de la yuca, 70% de los pollos y 75% de la cebolla). Por otro lado, el agronegocio, en 2009, ha despedido a unos 270.000 trabajadores, mientras que la agricultura campesina emplea al 75% de los trabajadores rurales.

La mayor parte de la producción del país está controlada por empresas privadas nacionales e internacionales. La mayor parte de la carne, azúcar, soja etc., producida en Brasil, no alimenta al pueblo brasileño. La cría de ganado, que ocupa 30% de esos latifundios, “es destinada a la exportación y no al mercado interno. La carne que queda en Brasil es una carne de segunda calidad y la más cara, porque el objetivo no es producir para alimentar al pueblo brasileño, ni siquiera para tener en consideración las necesidades humanas de adquisición de proteínas que es fundamental para la alimentación. El objetivo es producir para exportar y obtener lucro” [4].

Monsanto compró por 290 millones de dólares dos compañías de biotecnología brasileñas: CanaVialis, SA y Alellyx, SA. La primera, CanaVialis, SA, se dedica a la tecnología de semillas de caña de azúcar. Es la mayor empresa privada mundial en esa área. Tiene contratos con 46 ingenios de Brasil que producen en un área de 1.1 millones de hectáreas, cerca de 20 % del total del área nacional de caña. Alellyx, SA, es una compañía de genética aplicada que se dedica al desarrollo de variedades de caña de azúcar y de eucalipto transgénico. Las dos empresas tenían contrato con Monsanto desde 2007 para desarrollar caña transgénica RR, tolerante al herbicida Round up Ready de Monsanto[5].

La expropiación de la tierra es especialmente criminal con los más débiles. A pesar de que la Constitución del Estado de Mato Grosso do Sul (arts. 248 y 249), como la Constitución Federal de Brasil (art. 231), reconocen el derecho a la tierra de las comunidades indígenas, en septiembre de 2009 la comunidad Laranjeira Nanderu del pueblo guaraní kaiowá o guaraní del bosque, en Mato Grosso do Sul, Brasil, sufrió el incendio de su asentamiento para generar el desahucio. “¿Qué más añadir? ¿Qué remedian las denuncias? ¿Qué aportan nuestros informes internacionales, los del Foro Permanente y el del Relator Especial? Ahí está la comunidad Laranjeira Nanderu del pueblo guaraní kaiowá aparcada indignamente en una franja inhóspita al borde de una carretera, privada de tierras de las que sustentarse, en situación de verdadera crisis humanitaria. Necesita asistencia urgente por supuesto, una asistencia que no se use para suplir y cancelar el debido derecho a la compensación de daños y a la recuperación de tierras”[6].

Petrobrás es una de las 10 mayores empresas petroleras del mundo. El capital de la empresa que está bajo control del Estado es sólo del 38%. Los accionistas privados controlan el 62% del capital social de la empresa. De este último, el 38% se compra y vende en el casino de la Bolsa de Nueva York.

La privatización ha alcanzado, a veces disfrazada, a las telecomunicaciones, la distribución de energía eléctrica, la distribución de gas, las Tvs, los centros comerciales (General Growth Properties (GGP), CB Richard Ellis, en Becker Group o en la canadiense Ivanhoe Cambridge, Wall -Mart, Carrefour, Pão de Açúcar). Particularmente llamativo es que de los 10 mayores bancos privados del país, 7 son extranjeros (v.gr. ABN Amro, HSBC, Santander, Citibank, Deutsche Bank, UBS y Safra)[7].

Al tiempo que todo esto ocurre, de los 60,1 millones de familias brasileñas, 14,1 millones son consideradas pobres. En Brasil hay 60 millones de pobres, el 30% de la población, de los cuales, 31 millones de brasileños sobreviven en la miseria. A pesar de las últimas políticas sociales, la desigualdad salarial en Brasil es muy elevada. Según datos del IBGE, el 10% de los trabajadores con los mejores ingresos se apropia del 42,7% del total de la renta del país. Mientras, el 52% de las familias obtuvieron en 2008 una renta mensual por persona no superior a un salario mínimo legal (465 reales o 258,3 dólares). Unos 6 millones de familias no tiene ningún ingreso, o el que tiene es menor de una cuarta parte del salario mínimo por persona. El 10% de los brasileños con los menores ingresos sólo dispone del 1,2% de la renta total del país. El desempleo en 2009 es del 8,1 % de la población económicamente activa. Según datos del IBGE, 44 millones de personas, el 48% de los 92,4 millones que constituyen la población económicamente activa, son trabajadores informales, esto es, sin contrato ni protección social. En el país sólo el 35% de los trabajadores tienen derecho a protección por desempleo, y de ellos sólo el 23% tiene derecho a recibir los siete meses de protección aprobados últimamente por el gobierno. En Brasil, 4,5 millones de niños y adolescentes entre 5 y 17 años, el 10,2% de la población menor, es obligada económicamente a trabajar.

Gran parte de la riqueza generada en el país, y apropiada por las grandes empresas privadas, es repatriada o colocada en paraísos fiscales para evadir impuestos. Entre 1999 y 2006 salieron del país US$ 223 mil millones 893 millones, y se ingresaron US$ 124 mil millones 893 millones. La Inversión Directa Extranjera (IDE) supuso el expolio de una pérdida, en siete años, de US$ 99 mil millones 355 millones. Desde 1970 se han triplicado el número de paraísos fiscales en el mudo. Hoy hay alrededor de 70 paraísos fiscales de nula o muy baja tributación. La Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) estima que en los últimos 40 años la parte del comercio mundial que pasa por los paraísos fiscales ha aumentado de un porcentaje relativamente débil al 50 % del total. Según un informe elaborado por el Instituto Brasileño de Etica (Etco), Brasil, ya en 2004, perdía al año más de 50.000 millones de dólares por evasión fiscal.

1.3. Necesidad político-institucional

Brasil cuenta con más de 100 millones de electores, de los cuales en 19 millones se concentra el 75.4% de la riqueza nacional. Las instituciones centrales de dirección política del país son un nido de corrupción que necesitan lecciones de ética impartida por los doctores morales del pueblo: José Gomes da Costa, Rodrigo Botelho, Francisco Basilio Cavalcante, Clélia Machado, Sebastián Breta y Fagner Tembori, humildes trabajadores que devolvieron a sus dueños el dinero perdido por éstos[8]. La mayoría de los diputados y senadores brasileños son millonarios. Que el Senado brasileño, según palabra de Frei Betto, sea “un antro de nepotismo, corrupción, tráfico de influencias y administraciones mezquinas —a pesar de que haya senadores y funcionarios éticos, de una dedicación esmerada al servicio público— pone sobre el tapete una cuestión más profunda: el fin de una era política en que las instituciones de poder se mantenían por encima de toda sospecha”[9].


2ª Necesidad de Información, Opinión y Conocimiento del pueblo

Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), 14 millones de brasileños con quince años o más no saben leer o escribir. En Brasil la educación del pueblo es un negocio especulativo. Brasil es un paraíso para el negocio de la enseñanza privada. El 70% de la enseñanza superior es privada. El São Paulo llega al 90%, donde hay 1 alumno en la universidad pública por cada 350 habitantes. La media en otros estados es de 1 por cada 150 habitantes. La oligarquía del latifundio mediático en Brasil no quiere que el pueblo brasileño aprenda a leer el mundo, como decía Paulo Freire. “Quieren apenas gente mínimamente capacitada para leer, no para leer el mundo. Porque el ser crítico, deseado por Paulo Freire, es un individuo peligroso demás. Él reclama, él reivindica, él lucha y él enseña. La elite brasileña no quiere eso para su pueblo. Hay que mantenerlo siempre atado al cabestro de la ignorancia…”[10] Además, Brasil está bajo la dictadura de un latifundio mediático. En Brasil, los medios de comunicación están en manos de 6 familias[11].


3ª Necesidad de fuerza de liberación, autodeterminación y ejecución

Después de 121 años de abolición formal de la esclavitud en el país, en Brasil continúa habiendo esclavos. Entre 2003 y 2008, el Grupo Móvil liberó a 26.890 trabajadores en 1.368 establecimientos. En 2008, más de 5.000 trabajadores fueron liberados de la esclavitud en 200 haciendas brasileñas vinculadas al agronegocio. Según datos del Ministerio de Trabajo y Empleo (MTE), en julio pasado, 1.492 trabajadores que vivían en condiciones de esclavitud fueron liberados[12]. El sector sucroalcoholero es el que más utilizó esclavos en 2008. Según datos, de la Campaña Nacional de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) de Prevención y Combate al Trabajo Esclavo, 2.553 trabajadores esclavos, el 49% de los liberados, eran explotados en el sector sucroalcoholero.

A la esclavitud física hay que sumar la esclavitud psíquica. En Brasil hay aproximadamente unos 20.000.000 de personas que se declaran fumadores, según datos de encuestas realizadas en 2008. El tabaco mata a unas 200.000 personas por año en Brasil y es responsable del 45% de las muertes por infarto de miocardio, el 85% de las causadas por enfermedades crónicas de obstrucción pulmonar, el 25% de las ocasionadas por derrames cerebrales y el 30% de los fallecimientos por cáncer, según las autoridades sanitarias. De acuerdo con un informe realizado en 2005 por el Centro Brasileño de Informaciones sobre Drogas Psicotrópicas, unos 15.000 millones de personas son adictas al alcohol, aproximadamente el 12,3 % por ciento de las personas de entre 12 y 65 años. Mientras, el gobierno admite que sólo el sector cervecero factura por año el equivalente a unos 10.200 millones de dólares, e invierte 512 millones de dólares en publicidad. Aunque para el ministro Gomes Temporal, "la salud está por encima del comercio. Según el informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC), y con datos de los años 2006 y 2007, Brasil tiene unos 890.000 consumidores de cocaína, el 0,7% de la población entre 12 y 65 años. Brasil tiene el mayor número de consumidores de opiáceos en América del Sur.

Faltan en Brasil instituciones y ayudas para liberar de las adicciones a los adictos. Falta en Brasil la materialización de un auténtico Estado de Derecho Revolucionario que canalice todo el poder institucional del pueblo como fuerza de liberación nacional y no como violencia represiva. Las cárceles, en la mayor parte de los casos, no cumplen con sus funciones de rehabilitación, sino que son escuelas de violaciones de los Derechos Humanos. Brasil tiene más de 190 presos por cada 100.000 habitantes en condiciones de hacinamiento. Existen 292.000 plazas para 419.000 internos.

Según datos del relator especial, Philip Alston, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre ejecuciones arbitrarias, sumarias o extrajudiciales, en Brasil, se producen 48.000 muertes violentas por año. Una de las mayores tasas de homicidios del mundo. La media mundial es de 8,8 muertos cada 100 mil habitantes, sin incluir las muertes relacionadas con las guerras. En 2007, los policías brasileños mataron a una persona por día. En Río de Janeiro, los policías mataron tres personas por día, el 18% del número total de muertes. En Brasil hay escuadrones de la muerte, grupos de exterminio formados por policías, agentes penitenciarios y otras personas que matan por dinero. Según datos del Ministerio Público de Pernambuco, el 70% de los asesinatos en Pernambuco son realizados por escuadrones de la muerte.

Las fuerzas policiales y militares brasileñas, que se legitiman colaborando en la satisfacción de las necesidades de los pueblos, están compuestas por el ejército, 287.000 militares activos, y 400.000 agentes de la policía militar. Estos funcionarios, en muchos casos, sirven para reprimir la legítima protesta social. En Brasil existe la criminalización de la protesta social en algunos partes del país. En la región amazónica, bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo internacional se produce la militarización y criminalización de los pueblos[13].


[1] Stédile, J. P., Agrotóxicos en su estómago, O Globo, 24 de setiembre del 2009.
[2] Lima de Magalhães, J., Boechat Andrade, N.; De Souza Antunes, A. M., Principales desafíos de la producción pública de medicamentos en Brasil y panorama del sistema de salud: Revista Cubana de Salud Pública, vol. 34, nº 3 (2008).

[3] Lao W.; Feldmann A., Reforma Agraria Popular: la nueva propuesta el Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST), Rebelión 05-06-2009.
[4] Adoue, S., El 43% de las tierras brasileñas son latifundios que producen para la exportación, Rebelión 09-10-2009.
[5] Moreno, C., Monsanto arrebata la producción de etanol, Rebelión 22-07-2009; Robin, M. M., Le monde selon Monsanto (Paris: Éditions La Découverte, 2008) 80-100; 291-307.
[6] Clavero, B., El expolio guaraní prosigue, 04-10-2009.
[7] Lopes, C., La expoliación de los recursos nacionales del Brasil por la “inversión directa extranjera”, Rebelión 06-04-2009.

[8] Betto, F., Profesores de ética, Rebelión, 31-05-2009.
[9] Betto, F., El ocaso de la democracia liberal, Rebelión, 24-07-2009.

[10] Tavares, E., Sólo la lucha hace la ley, Rebelión, 23-06-2009.
[11] Borges, A., A Ditadura da Mídia ( São Paulo: Anita Garibaldi, 2009).
[12] Assunção, K., Fiscalización avanza, pero no es suficiente para erradicar el trabajo esclavo, Rebelión, 13-08-2009.
[13] Rumrrill R., Perú y Brasil, el mayor banco genético del planeta en disputa. Al asalto del bosque tropical Rebelión 21-09-2009.

salamancantonio@hotmail.com
Abogado

terça-feira, 29 de setembro de 2009

PARALELISMO ENTRE DOS IMPERIOS

IMPERIOS PARALELOS

Fernando Gutiérrez Almeira
(de la Red Filosófica del Uruguay, atalamantis@yahoo.com.mx)

1

El pasaje de la República al Imperio Romano no ocurrió por la mera incidencia de ciertas personalidades sino porque las actividades bélicas se volvieron tan extensas y onerosas y la ambición tan grande que hubo de crearse un ejército profesional al cual habrían de pagarle las arcas del estado y el cual fue quedando en manos de altivos jefes militares. En efecto, debido a esta cirscunstancia, el Senado romano, para retener algo de su antiguo poder ciudadano hubo de implementar un sistema de reparto entre estos ambiciosos personajes pero ello no obstó a que pronto todo el poder recayera sobre uno al cual el Senado mismo por temerosa concesión, poco a poco había otorgado cada vez más atribuciones. Él era Julio César, que pronunciando la legendaria frase “Alea jacta est” cruzó el Rubicón, retó la poca autoridad que le restaba aún al Senado y entró en Roma para al poco tiempo hacerse nombrar dictador perpetuo. En un último intento
desesperado, llegados los idus de marzo, se complotaron muchos contra César y lo asesinaron a puñaladas pero eso ya no pudo impedir el excesivo poder militar que no dejaba de existir por ello y volvió a recaer en manos de un jefe único, el cual llegó a ser por fin el primer emperador: Octavio.

2

Estados Unidos fue durante mucho tiempo ideal de república democrática para otras naciones y haciendo acopio de la sangre de millones de inmigrantes dio a luz un auge civilizatorio que se condensó plenamente tras la guerra de Secesión no sin la mácula constante del racismo más hostil y degradante que aún pervive y desvive a afroamericanos e hispanos en aquellas tierras. En andas de su crecimiento interior los Estados Unidos se proyectaron con bríos hacia el exterior, primero viendo a la América Latina como su patio trasero y extendiendo luego sus fauces mucho más allá, incluyendo varios territorios del decadente colonialismo español y luego, impulsados por el quiebre de las guerras mundiales y en consonancia con las viejas potencias europeas, lanzó sus garras sobre el resto del orbe de muchas e insidiosas maneras pero sobre todo por medio de intervenciones militares y con el pretexto fértil de combatir en todas partes al fantasma del
comunismo. ¿Cuál fue la consecuencia de este “avance”? Que el Senado estadounidense poco a poco fue perdiendo poder decisor frente al poder concentrado en el complejo militar industrial cuyo auge corrió paralelo al ascenso global dela hegemonía norteamericana. Las arcas del estado se volcaron cada vez más desaforadamente hacia la gula infinita del pentagonismo y como ya no corren tiempos de emperadores el corporativismo de la industria del armamento, los think thank geopolíticos, los servicios de inteligencia, las instituciones militares, las empresas e instituciones científicas mercenarias, comenzó a actuar y sigue actuando en aquella nación como un oculto poder indiscutible del cual el Presidente y el Senado son cada vez más títeres sin cabeza y autores payasescos de una pseudorrepública seudodemocrática.

3

Como el poder militar exagerado no es más que una gangrena desde el punto de vista económico que solo sabe apelar a mayores contribuciones y más descaradas desde las arcas del Estado, los emperadores romanos hubieron de preocuparse una y otra vez por satisfacer ansias recaudatorias reajustando los viejos sistemas impositivos y tratando de reavivar la vieja economía, mientras entretenian las miserias del pueblo con pan y circo. Pero, puesto que no se puede recaudar de gente pacífica que quiere holgazanear y vivir comodamente para sustentar continuas y exhaustivas guerras de contención fronteriza y de conservación de los territorios conquistados sin que a la larga se agoten los recursos, incluyendo los recursos humanos, y de este modo resulten vaciadas una y otra vez las arcas estatales, los emperadores terminaron enfrentando cada vez mayores exigencias con menos posibilidades llegando a ser títeres de los intereses militares e incluso militares
coronados. Esto engendró la anarquía militar que dio lugar al poder desmedido del férreo Diocleciano, elevado al trono militarmente, ante el cual habia que arrodillarse y cuya autoridad quedó por encima de toda ley y asegurada con crecientes ejércitos...con lo cual el viejo sueño de Roma, finalmente, naufragó frente a la corrosión militar, iniciándose una larga y definitiva decadencia y desfiguración cultural medieval cuya prolongación se debió, basicamente, a la introducción de la táctica mental del catolicismo por parte de Constantino y a crueldades tales como meter plomo fundido en la garganta de los condenados.

4

Con la llegada de George Bush padre a la presidencia de Estados Unidos y la planificación de la mediática guerra del golfo Pérsico se inicia en Estados Unidos una época de auge notorio del pentagonismo que tiene su clara exaltación en las invasiones de Irak y Afganistán. El resultado ha sido que las presiones del complejo militar-armamentístico sobre las estructuras gubernamentales se han vuelto irresistibles para títeres políticos como Bush hijo o el bailarín Obama y el presupuesto militar estadounidense no solo constituye la mitad del gasto militar mundial, muy por encima del gasto de cualquier otra nación del orbe, sino que consume como un cáncer horrendo la mayor parte de la economía de los estadounidenses. Ello significa que la gran preocupación futura en la que estarán sumidos de aquí en adelante, durante muchos años, las mentes gobernantes de los Estados Unidos, serán similar a la de los viejos emperadores romanos: ¿Cómo
continuar indefinidamente con la guerra imperial? ¿Cómo solventarla con las arcas del estado? Y el resultado a largo plazo será posiblemente el mismo: la llegada de la anarquía militar al poder político, la desintegración de la máscara republicana en manos de un descarado autoritarismo militar-plutocrático, el hundimiento de la nación norteamericana en una edad de decadencia y degradación en todos los ámbitos de su existencia. Pero este imperio, como aquel otro, no se hundirá sin antes haber hecho lo posible para durar, para permanecer, para persistir aunque millones deban pagar con su vida, sus cuerpos, su sangre y sus mentes el vil precio de esa oscura duración. Si el futuro de la humanidad solo dependiera de la nación estadounidense entraríamos pronto en una nueva edad media, pero aunque son posibles los paralelismos no son de ningún modo posibles las repeticiones.

quinta-feira, 24 de setembro de 2009

COMUNICAÇÃO COMO MIDIATIZAÇÃO

Comunicação como midiatização:
os meios em meio à tecnologia, sociedade, linguagem, e vice-versa

André Dornelles Pares (Brasil, adpares@gmail.com)


1 Introdução
2 A parte da comunicação como midiatização
3 A parte dos meios eletro tecnológicos de comunicação de massa (ou de acesso plural e simultâneo)
4 A parte da sociedade e linguagem, e vice versa
5 Conclusão
Notas
Referências

RESUMO
É possível dizer que o campo de estudos da Comunicação, já perfeitamente instituído, permanece discutindo a natureza do conhecimento da sua área. Também é razoável afirmar que um campo de conhecimento deve possuir especificidades que o garantam como campo autônomo de estudos. Partindo dessas premissas, este artigo pretende discutir de forma introdutória uma demarcação possível para o estudo da Comunicação. Como alternativa, supõe a comunicação como um processo de midiatização. Para isso, considera a posição fundamental dos meios, aqui entendidos como meios eletro-tecnológicos de comunicação de massa, que permitem o acesso plural e simultâneo às mensagens que produz. A partir daí, as relações entre linguagem e sociedade que possibilitam.
PALAVRAS-CHAVE:Comunicação. Midiatização. Meios. Tecnologia. Sociedade. Linguagem.

1 Introdução

A variedade de temas, de objetos, de teorias e concepções sobre a própria área é tal que restam poucos espaços de consensualidade para além do fato de que nos pretendemos todos ‘pesquisadores no Campo da Comunicação’.
José Luiz Braga, 2004

Não há como negar que a palavra ‘construção’ está obrigatoriamente presente na ciência que tentamos fazer. A afirmação de que o campo da Comunicação é um campo em construção, já é um lugar comum há algum tempo. Isso, porém, não o diferenciaria dos outros campos de conhecimento, nem nos desculparia da nossa falta de especificidade. Todos os campos de conhecimento específico estão em permanente construção. A diferença seria o tipo de construção, talvez. Na maioria dos outros campos: Física, Biologia, Matemática, Agronomia, Música e etc., as especificidades da sua matéria permitem que a construção sejam reformas, por permanentes que possam ser. No campo da Comunicação, não podemos pensar a construção como não sendo a própria constituição da área, que parece não saber ainda se o edifício que constrói é um prédio de moradores ou um hotel.

Costumamos usar a desculpa de que se trata de uma ciência muito nova. É preciso atentar, desta frase, sobre o que se está considerando novo, e o que se diz quando se menciona ciência. Marx, Durkheim e Weber viveram na virada do século XIX para o XX, com exceção do primeiro, 40 anos mais velho. Naquele tempo, tornaram a ciência da sociedade uma sociologia: um logos da sociedade: um conhecimento específico, tornado ciência, via método próprio de análise, de um processo no mundo que lhes interessava.

No começo do século XX nasciam Adorno e McLuhan, para mencionar apenas dois nomes que podem ser considerados teóricos da comunicação, que se não foram contemporâneos, pertenceram à imediata geração de Durkheim e Weber. Mesmo que Adorno ainda tenha se ocupado muito mais das possibilidades de autonomia do sujeito, ambos tiveram os processos de comunicação social humano como fundamental tema de sua produção intelectual.

O curioso é perceber que cem anos passados do que poderíamos considerar o início do uso do termo a designar determinados processos de troca de informação sob um modo específico, o termo comunicação resistiu. Quer dizer, estudos de Comunicação não passaram a se chamar comunicologia (por exemplo), assim como a ciência da sociedade passou a ser denominada sociologia. Comunicação ganhou um paliativo ciência na frente (Ciências da Comunicação), e nós, ainda grifados, passamos a nos denominar comunicólogos, mais paliativo ainda, talvez.

O ônus da generalidade persistente no termo acaba aparecendo invariavelmente como o pedágio que se deve pagar a tudo aquilo (e às áreas que estudam esse tudo) que também é abrigado quando se menciona o termo comunicação: de um gesto a uma pintura, de um programa de tevê a uma conversa no ônibus.

Tal constatação corriqueira não poderia ser mais do que um mero problema de nomenclatura, e ser percebida como um indicativo das possibilidades e impossibilidades de se fazer especificamente ciência com isso que chamamos genericamente de comunicação?

2 A parte da comunicação como midiatização

No início de A Midiatização no processo social, Gomes diz que “´[...] é certo que o campo de estudo da comunicação (com suas peculiaridades, processos e métodos) volta o seu olhar tanto para o campo midiático propriamente dito quanto para outros objetos com uma mirada característica do campo da comunicação” (GOMES, 2006, p. 112).

Poderíamos listar uma série de questões referindo os subentendimentos encontrados na frase. As questões apontadas a seguir, no entanto, são destacadas porque servem à reflexão tratada inicialmente: “que comunicação nos interessa”? Ou: “de que comunicação estamos falando”? Nesta perspectiva, em relação às afirmações de Gomes, aparecem três questionamentos:

a) que peculiaridades, processos e métodos são os do campo de estudo da Comunicação? (Porque se é possível caracterizá-lo como um campo de estudo específico, talvez seja justamente por suas peculiaridades, processos e métodos);

b) por que ainda se menciona a divisão entre um campo midiático propriamente dito e outros objetos, aos quais esse olhar tão específico da comunicação como campo de estudo se debruça? (Qual a marca que separa o ‘midiático’ dos ‘outros objetos’? Por que seria preciso mencionar essa divisão? Porque ela ainda não é clara o suficiente? ), e;

c) qual é a mirada característica do campo da comunicação? (Havendo uma, seria o que lhe daria especificidade?)

Se o próprio Gomes, pouco antes, afirma que “[...] para pensar o campo da Comunicação, deve-se preliminarmente contemplar a tensão que há entre o campo de estudos da comunicação e o campo midiático propriamente dito” (GOMES, 2006, p.112), podemos inferir duas coisas. A primeira é que há dois campos que tratariam de um mesmo tema (ou, ao menos, parecido); a segunda, que, aparentemente sabendo que não são o mesmo (campo), não sabemos que (tipos de) relações mantêm. Mas o que talvez seja mais importante ter consciência é que parece não sabermos, ao certo, no que se constitui nem um campo (comunicação), nem o outro (midiatização). Se isso é verdade, a tarefa teria que ser entender os campos nas (ou a partir das) relações que mantêm, as quais também se precisa saber como se dão.

Ou seja, da forma que for – conceituar os campos para entender suas relações, ou entender suas relações para conceituar os campos – partimos de processos e objetos amplos, difusos, e até ambíguos: nos quais, a princípio, não teríamos marcadores explícitos que sinalizassem pertença a este ou aquele campo. De qualquer maneira, a opção de conceituar os campos parece fundamental, ainda que entender as relações entre eles seja igualmente essencial para defini-los. O fato é que definir o que é (ou o que abrange) o conceito de comunicação é tarefa gigantesca – e essa enormidade (de processos e objetos) parece ser levada ao campo quando o denominamos de estudos da Comunicação. Da mesma forma, definir midiatização (o que constitui ou define sua ação, e os processos e objetos que abrange) é tarefa que só se pode fazer tentativa e teoricamente, antes de examinar as ações que envolve e as relações que estabelece.

Nesse sentido, duas notas auxiliam no esforço conceitual como base de partida. A primeira é de Braga, em texto intitulado Os estudos de interface como espaço de construção do Campo da Comunicação. Ao mencionar o holismo conceitual, que não deve servir de álibi quando se afirma que o campo está em construção, explica que o uso do termo holismo é apenas para caracterizar uma possível (e não desejada) autorização ao estudo de “toda e qualquer questão humana e social (‘tudo é comunicação’)”, o que, no seu entender, corresponderia “[...] também a um ‘imperialismo’ disciplinar que tende a subsumir as demais disciplinas” (BRAGA, 2004, p. 2).

Ora, a tarefa que se tenta apontar aqui, de separar a comunicação que nos interessa da que não nos interessa diretamente, seria algo muito parecido com o que Braga denuncia. “Toda e qualquer questão humana e social” corresponde exatamente à generalidade do termo comunicação, e é justamente esta generalidade que não deve (devia) nos interessar, primeiramente. Pareceria, também, ser nada mais do que os outros objetos os quais Gomes antagonizava ao campo midiático quando propunha um entendimento do campo da comunicação tencionando ambos os conteúdos. Aparece um apontamento concreto, assim, de Braga e Gomes, a seus modos, para uma especificação de processos, e talvez objetos, na medida em que buscam identificar algo dentro do campo da comunicação que não é exatamente o processo geral pelo qual podemos entender o termo comunicação.

Isso poderia ser acentuado ao percebermos a segunda nota, explicada por Fausto no texto Midiatização, prática social – prática de sentido. Ao assumir que a proposta do trabalho é construir (também!) uma idéia de midiatização como prática social – prática de sentido no curso dos estudos e dos próprios fenômenos midiáticos, remonta à expressão Processos Midiáticos. A menção decorre do fato (midiatização) gerar “[...] conceitos e também programas de estudos de investigação” (FAUSTO NETO, 2006, p. 2). Pois quando a expressão nomeia o programa de pesquisa em Comunicação (da Unisinos, neste caso), não se pode negar a decisão, por mais abrangente que se queira encará-la, ainda, de determinada caracterização dos processos, e talvez objetos, que interessam dentro do campo.

É claro que essa escolha deliberada, dentro de um campo que carrega a generalidade que o termo que o nomeia impõe, por algo que se passa a chamar de ‘midiatização’ já estaria evidente. Mas quando o conceito surge de antemão, como nos títulos dos trabalhos de Fausto e de Gomes, sua explicação poderia parecer não necessária (como não é o caso, advirta-se, nos dois trabalhos). No texto de Braga, todavia, o momento desta deliberação aparece, e se torna importante porque permite visualizar a nova (ou outra) idéia soltando-se da carga de amplidão da idéia geral de comunicação: “Parece-me que esse núcleo de aceitação mais generalizada é constituído pelos estudos sobre a mídia e seus processos” (BRAGA, 2004, p. 3) – núcleo de interesse de estudo que o autor consideraria, no processo de construção do campo da comunicação, como relativamente consensual.

Em seguida, porém, e a partir daí, inaugura outra questão que passará a ser fundamental, desde que aceita a deliberação pela centralidade da mídia no campo da comunicação. É preciso saber, evidentemente, “o que pode ou deve ser considerado mídia”. E mais do que isso, “o que, na mídia, interessa mais diretamente ao Campo (da Comunicação)” (BRAGA, 2004, p. 3). É possível inferir daí outros dois problemas a serem enfrentados. Primeiro, o de uma nova necessidade de conceituação: achar traços que caracterizem algo como mídia. Segundo, o de poder identificar – assim que caracterizada – o que nela (mídia) pode ser um problema de comunicação. Isto é, não basta identificar o objeto materialmente, mas o que ele faz, como pistas de onde poderia estar algo no mundo que viria a ser de interesse específico de um campo denominado da Comunicação. Entraríamos aí, talvez, num caminho que poderia nos fornecer alguma especificidade, no sentido de possuirmos um modo de olhar e um fenômeno de interesse aparentemente independente de outras áreas de conhecimento. Encontrando o(s) objeto(s) que preencha(m) as condições para que o(s) consideremos mídia, teríamos que ir para além da análise de sua materialidade. Isso não quer dizer que o exame dos mecanismos, estruturas e funcionamento no material mesmo não seja necessário. Mas, o que o forma deve ser peçachave para entender o que exala dele. Aí, parece, na materialidade do objeto com a junção de seus processos, poderíamos engendrar algo como uma mirada específica.

3 A parte dos meios eletro tecnológicos de comunicação de massa (ou de acesso plural e simultâneo)

Braga, em nota do mesmo texto, vai fechar o círculo ao mencionar a expressão “processos mediáticos”. Agora, porém, podemos visualizar aquilo que passaria a servir como um início de especificidade, isto é, como aquilo que emana para além do que for materialmente considerado mídia. “Hoje se pode considerar adquirido que interessam os processos mediáticos (sociais, culturais, simbólicos, de sentido, políticos...), bem mais complexos e difusos”. Ou seja, como afirma anteriormente, “[...] ultrapassando um período em que ‘os meios’ forneciam a base (e aí, o estrito processo referido pelo modelo Emissor-Mensagem-Receptor)” (BRAGA, 2004, p. 4).

Da posição de Braga, duas impressões podemos tirar. A primeira: ainda que possamos passar a entender a idéia de processos na expressão processos mediáticos sendo aquilo que exala da mídia atingindo, se misturando e/ou se relacionando com outras estruturas de ação humana, a fila dos processos com os quais a mídia se relaciona (partindo da idéia de que é na relação com a mídia que tais processos possam passar a ser denominados midiáticos) é de elementos de ordens bastante distintas: “[...] sociais, culturais, simbólicos, de sentido, políticos”. Não seria o caso de procurar algo em comum, que poderia ser a gênese que torna estes processos de outras ordens midiáticos? (E essa origem, ou traço em comum, não estaria nisso que tentamos classificar como mídia, que, em contato com os outros processos, os torna relativamente midiáticos?).[¹]

A segunda impressão, baseada nesta, é sobre a afirmação da ultrapassagem da idéia de meio como base. Se não relevamos a dúvida acima, da possibilidade de os processos passarem a ser caracterizados como midiáticos na medida em que se relacionam com o que passamos a chamar de mídia, o conceito de meio talvez não só não possa ser ultrapassado, como a sua posição de base parece ter que ser antes revista do que deslocada (e nesse caso, a reboque, pode ser preciso também rever até que ponto o modelo Emissor-Mensagem-Receptor passa a ser estrito).

Talvez seja na esteira de uma idéia nesse sentido – da função fundamental (básica?) do meio – que Gomes faça um levantamento das possibilidades de significado do termo ‘mediação’ no seu texto referido. Lá, porém, ele parte já da idéia de midiatização para tentar recuperar o conceito de mediação. A midiatização, entendida como “[...] um novo modo de ser no mundo”, “[...] uma nova ambiência”, “[...] supera o conceito de mediação, mesmo sendo este mais que um terceiro elemento que faz a ligação entre a realidade e o indivíduo via mídia” (GOMES, 2006, p. 113, 114).

Quem propõe claramente a passagem de mediação para midiatização, no entanto, é Sodré: “[...] está presente na palavra mediação o significado da ação de fazer ponte ou fazer comunicarem- se duas partes”, enquanto midiatização seria “[...] uma ordem de mediações socialmente realizadas caracterizadas por uma espécie de prótese tecnológica” (SODRÉ, 2006, p. 20).

Dos dois autores, em comum o que fica é a idéia de um processo de relação entre duas coisas. Enquanto Sodré fala em “ponte” a ligar “duas partes”, Gomes é mais direto, ao mencionar que a “ligação” se dá “entre a realidade e o indivíduo”. O fim da frase de Gomes e o fim da frase de Sodré parecem, então, fechar outro círculo: enquanto um diz que a ligação acontece “via mídia”, o outro praticamente a caracteriza: “[...] uma espécie de prótese tecnológica”. Um meio, portanto, virado mídia ao assumir características tecnológicas, a ligar duas partes: a realidade e o indivíduo.

Verón, em Esquema para el analisis de la mediatización parece estar preocupado justamente com esta questão etimológica-terminológica, que não teria outra função senão caracterizar “[...] o que chamamos de meio de comunicação social”, para “[...] aclarar razoavelmente o que podemos entender por ‘midiatização’” (VERÓN, 1997, p. 10).

Para que a noção de meio de comunicação possua uma especificidade historicamente interessante, evitando uma pertinência tão ampla que termine incluindo todos os avatares simbólicos da humanidade, convém associar o princípio de produção tecnológica de mensagens. [...] o qualificativo tecnologia permite incluir os processos de reprodução mecânica como a imprensa, e também os processos eletrônicos próprios das novas tecnologias de comunicação” (VERÓN, 1997, p. 12).

Dois momentos são importantes da sua afirmação:

a) ficam claras duas características do meio: que ele produz mensagens (produção que seria aquilo a ligar as duas partes, recém mencionada), e que essa produção é tecnológica; e

b) parece que apenas a característica da tecnologia ainda é abrangente enquanto traço que busque especificidade, na medida em que pela sua marca ficam no mesmo bojo as características mecânica e eletrônica desses meios. A abrangência seria um problema, porque a mecanicidade não teria exatamente as mesmas características da eletricidade (ou eletrônica), ainda que ambas sob o manto da tecnologia.

Isso talvez ficasse visível não mais em nível de produção estritamente falando, mas em nível de transmissão. Um jornal impresso produziria suas mensagens mecanicamente (é claro que já há modos de produção impressa eletrônicos, mas fiquemos com a idéia de Verón), e por isso seria chamado de tecnológico; mas esse modo de produção acarreta num modo de transmissão (da mensagem) que não é tecnológico: o acesso do leitor é particular no momento do contato com a mensagem produzida tecnologicamente mecanicamente: ele lê sozinho o jornal. Um meio produzido eletricamente (ou eletronicamente) acarreta numa transmissão de mesmo modo, a qual possibilita um acesso coletivo (simultâneo): mesmo que apenas uma pessoa entre em contato com ele. A possibilidade de ser acessado por mais pessoas simultaneamente (que é a oferta característica dessa transmissão) está lá. Esta possibilidade de coletividade no acesso (de acesso coletivo simultâneo) à mensagem pode ser marcante, na medida em que poderia moldar o modo de recepção: é uma mensagem que pode ser vista por muitos ao mesmo tempo, e, por isso, a mensagem transmitida teria um certo poder – pela amplitude de sua transmissão, o que lhe conferiria automaticamente determinada importância.

Ao assumir o sentido sociológico pelo qual lhe interessa definir os meios de comunicação, Verón parece atentar para essa questão ao usar o adjetivo plural. Dizendo que uma carta e o uso do telefone não se enquadram na definição de (meios de) comunicação que lhe interessa, define o “[...] acesso plural às mesmas mensagens” como característica essencial para o que se passa a considerar mídia (VERÓN, 1997, p. 16).

Todavia, ainda parece faltar um traço que pode ser também marcante. Não bastaria ser apenas plural, ainda que nessa idéia esteja guardada a possibilidade de acesso coletivo em oposição ao particular[2]. A simultaneidade do acesso à mensagem parece ser fator fundamental para marcar por que o meio (entendido como mídia em função da sua composição tecnológica) deveria aparecer como o objeto específico da mirada do campo da comunicação (ou da midiatização!): o acesso da mesma mensagem, ao mesmo tempo – simultaneidade – (só possível através da eletro-tecnologia) garantiria uma diferença peculiar em relação ao demais processos comunicacionais dos outros objetos que não os midiáticos.

Ou seja, a conclusão poderia ser a de que, na comunicação que nos interessa, estaríamos ocupados dos meios eletro-tecnológicos de comunicação de massa como aquilo a ser observado, e não mais entretidos com qualquer objeto ou ação que possa em geral comunicar. Na influência das considerações de Verón, poderíamos então inclinar a definição do que nos interessaria observar especificamente para ‘meios eletro-tecnológicos transmissores de mensagens de acesso plural simultâneo’ (VERÓN, 1997)[3].

4 A parte da sociedade e linguagem, e vice versa

O próprio Verón, no entanto, observa que tal caracterização específica é necessária, mas não suficiente: “A especificidade circunscreve dispositivos tecnológicos de produção-recepção de mensagens, mas a comunicação midiatizada é algo mais que isso” (VERÓN, 1997, p. 12). Na afirmação do autor, poderíamos entender que estabelecer (e entender) as características do objeto material que nos interessa é importante, mas, como mencionado antes, além (e por causa, talvez, mas não só) dele é preciso se interessar pelo o que eles fazem.

Verón, por mais de uma vez, aponta que o contexto em que isso pode (ou deve) ser examinado é o dos “usos sociais”. Isto é, aquilo (mensagem) que exala disso que caracterizamos como mídia (um meio de ligação eletro-tecnológico plural e simultâneo entre realidade e indivíduo), emana-se, através do uso, pela (na) sociedade. Ao sentenciarmos tal insuficiência da análise material, instauramos a necessidade de observar os processos que o material engendra. Se o objeto material é a mídia, os processos são midiáticos. Porém, é preciso estar atento até onde as condições de análise (o método de que se dispõe) têm o interesse no midiático e não já no ‘apenas’ sociológico.

Na concepção de Fausto Neto, a imbricação das duas noções – midiático e social – surge por uma recolocação do meio em relação a estes dois campos. O meio, que procuramos insistentemente caracterizar como elemento chave deste fenômeno de ligação o qual queremos saber como funciona quando se torna eltro-tecnológico, aparece então já deslocado de determinada posição (como mencionava Braga). Fausto Neto lança a idéia de que “a comunicação midiática resultante da existência e manifestação dos processos sócio-técnicos [...] deixa de ser meio – instrumento a serviço – para tornar-se elemento constituinte de uma nova realidade, em que seus processos e efeitos vão se constituindo em protagonistas centrais” (FAUSTO NETO, 2008, notas do autor). O meio (que era de ligação), portanto, podia ser entendido a partir de uma função instrumental, quase que externa ou estéril ao tecido social humano ao qual servia, agora o integra. Mas o integra em conseqüência, parece, da característica que assume: a eletro-tecnologia – o que estaria implicado na expressão “sóciotécnica” utilizada pelo autor, a qual permitiria, ou promoveria, este tipo de integração, que se mistura a processos que não são da natureza de apenas fazer ligar.

Aceitando-se que o processo emanado pela materialidade da (do objeto, meio) mídia adentra o social, manchando seus processos com as características que passa a adquirir nessa relação (e que ainda não sabemos exatamente quais são), precisaríamos entender como faz isso. Esse, então, deve ser, talvez, o momento em que nos encontramos atualmente, e por isso certamente o mais complexo de analisar. Lasch Scott, em Crítica de la información, parece ter a mesma desconfiança, e tentar uma descrição do momento “[...] a teoria midiática não explica nem interpreta os meios [...] pra falar a verdade, se parece mais com eles do que uma ou outra coisa [...]” (SCOTT, 2005, p. 137).

A crítica velada de Lasch Scott encobre quase uma confissão: se a teoria midiática se parece com aquilo que não sabemos ao certo como funciona, não podemos saber o que esta teoria pode nos dizer. O que sabemos é que se os meios, transformados em mídia, guardam a característica de transmissão de mensagem (ainda que o tipo e o modo da mensagem possam ter se modificado em função da eletro-tecnologia com que passam a ser produzidas e transmitidas), o fazem, ainda, através de uma linguagem.

É da perspectiva dos estudos que pensam a forma do discurso enquanto dispositivo de construção da nova rede que Fausto procura entender o conceito de midiatização. Diz: “[...] é a instância das linguagens como formas pelas quais os processos de midiatização realizam, dentre tantas coisas, as operações de inteligibilidade das realidades [...] e também a própria construção de realidades” (FAUSTO NETO, 2006, p. 11). Seriam “as linguagens”, sob esta ótica, que poriam “a midiatização em processo”, numa “prevalência da forma sobre o conteúdo semântico” (FAUSTO NETO, 2006, p. 9).

A forma da mensagem, na “idade midiática”, para Lasch Scott, está clara: “O conteúdo das máquinas midiáticas é a informação” (SCOTT, 2005, p. 130). Além disso, o autor faz uma distinção que pode ser salutar: a informação não é discurso: “[...] a tecnologia transforma o conteúdo em informação não reflexiva” (em oposição à reflexividade que, segundo ele, teria o discurso). Se a marca da forma desta linguagem é a pura e ininterrupta informação, pela permissão que o modo eletro-tecnológico de produção e transmissão lhe dá – e que ao permitir, estimula –, o que consistiria o modo de ação (o processo) através do qual a mídia se embrenha na sociedade seria o da mensagem permanentemente informacional.

Com a prevalência na forma da mensagem, os meios muito mais produziriam conteúdo do que transmitiriam ‘simplesmente’ um conteúdo que não seria fabricado por eles. Pois o modo é a única coisa que é própria do meio, já que o conteúdo, ou a mensagem a ser transmitida, é um fato do mundo, exterior ao meio de comunicação, quando o pensamos meramente como algo (um instrumento) cuja função seria representar esse fato. O salto, então (a caminho da midiatização, quem sabe), parece acontecer quando o meio não mais se resigna a este papel, e por isso carrega no modo – o único lugar onde pode afirmar sua existência autêntica[4].

Quando a própria mídia, além de construir determinada realidade em função da ênfase no modo da produção e transmissão da mensagem, passa a ter a necessidade de firmar-se deliberadamente através da auto-referência, constituindo-se praticamente ela mesma um acontecimento. Fausto Neto adverte:

O que importa não é mais um “mundo externo”, a ser apontado, mas o próprio processo e as operações realizadas pela economia enunciativa midiática para gerar a realidade. Ou seja, a ênfase está na enunciação que assim se formula como foco para poder saber, mostrar e dizer. Ou seja, a realidade da construção [...] já não se trata de falar das realidades, construídas segundo suas estratégias de enunciação. Mas, no lugar destas, mudar o referente, para dar ênfase a sua autoreferencialidade” (FAUSTO NETO, 2006, p. 13).

Considerando, então, que, ao carregar no modo, os meios eletro-tecnológicos de comunicação produzem conteúdos, e que estes conteúdos, formais, são de natureza tão somente informacional, temos a cara do encontro entre tecnologia, sociedade e linguagem. Um encontro que, ainda considerando Lasch Scott, produz um padrão de comunicação: o da efemeridade. Se a comunicação, entendida (aqui, agora) como midiatização, opera processos, que são instaurados na (e pela) sociedade (que produz e consome sua mídia) através de uma linguagem, que é moldada pelas possibilidades eletro-tecnológicas (de acessibilidade plural e simultânea), que produzem um conteúdo efêmero, o miasma do processo que engloba todas essas instâncias só poder ser o da própria efemeridade, a se refletir no comportamento social – engrenagem, arcabouço e universo que dá existência a essas próprias instâncias.

5 Conclusão

Ferreira, em Midiatização: dispositivos, processos sociais e de Comunicação, sugere que uma “análise do dispositivo midiático se configura a partir de uma matriz primária triádica”[5] (FERREIRA, 2007, p. 8). Essa configuração englobaria três sistemas: o social, o tecnológico e o de linguagem. A midiatização seria algo que se dá nas relações entre os três.

Poderíamos construir, a partir daí, um diagrama da midiatização: um triângulo com esses três vértices, que se auto-regulam principalmente pelo uso. Nele, a tentativa seria visualizar as operações de relação possíveis entre as três pontas: a tecnologia integrando o social através da linguagem (através dos meios); a linguagem integrando o social através da tecnologia (dos meios); o social reestruturando a linguagem através da tecnologia; a tecnologia reestruturando a linguagem através do (uso) social (dos meios); a linguagem... e etc.

A validade do modelo seria, quem sabe, pensá-lo como um método (um esquema, uma mirada) de análise para o que passamos a chamar de midiatização.

Assumi-la como a comunicação que nos interessa, ainda que seja uma deliberação que determine certa especificidade de enfoque, não abandonaria completamente as características dos tais outros objetos de comunicação. Na origem, não há como negar a natureza do processo comunicacional, presente, inegavelmente, em toda a sua abrangência: num aperto de mão e num happening, numa transmissão radiofônica e em sinais de fumaça.

Mantém, por certo, a idéia de midiatização, os traços originários de um processo que é de relação e que acontece por troca de dados. O modo em que isso acontece, agora escolhido, é que tenta se pensar específico (ainda que não se saiba, exatamente, quais são suas marcas próprias e o que elas podem fazer, realmente). Suspeita-se que esse modo, porém – a eletro-tecnologia empregada nos meios de comunicação, que os torna mídia, cujas características dos processos que exala ainda não temos capacidade nem método de identificar satisfatoriamente – remodele, se não integralmente, grande parte da relação comunicacional, principalmente nas relações sociais que, ao se entender comunicação como midiatização, parece um forte foco de interesse.

É claro que isso pode ser já uma obviedade. Mas dita, sua evidência pode ficar mais clara que subentendida.
Notas
[1] Todavia, a mídia parece não se engendrar sozinha, ou ‘do nada’. Como todo o processo humano, é formada, produzida, de coisas que a precedem. É preciso estar atento que não se trata de uma relação unidirecional de causa e conseqüência: da mídia para o social – é o próprio social humano, que, assim como acessa e consome, também engendra e produz os meios.
[2] Verón não usa o termo particular, mas ‘privado’, para se referir à carta e ao telefone. De qualquer forma, a leitura de um jornal impresso é particular, ainda que a mensagem trazida nele seja de acesso plural. Apenas o traço da pluralidade é que talvez pareça insuficiente, já que se pode ser acessado particularmente, ainda guardaria traços de um acesso privado. Por isso, a necessidade de outro traço, o que poderia ser a simultaneidade do acesso à mensagem transmitida pelo meio, como mais uma especificidade a marcar a força do objeto que nos interessaria e dos processos que geraria.
[3] Um outdoor, por exemplo, não se enquadraria porque não tem a ‘força’ de uma mensagem transmitida eletro-tecnologicamente, de acesso plural e simultâneo (não estaríamos entrando em contato com aquilo só naquele momento: ele estaria ali, a nossa disposição, a qualquer momento, ainda que pudéssemos acessá-lo plural e simultaneamente).
[4] Caso não se considerasse autêntica a função de representar, no sentido de transmitir, uma mensagem de conteúdo totalmente alheio, como tendemos a achar que é da natureza de um meio de comunicação.
[5] Para a idéia/conceito de dispositivo é essencial consultar o próprio texto.

Referências

[<]BRAGA, José Luiz. Os estudos de interface como espaços de construção do campo da comunicação. In: ENCONTRO DA ASSOCIAÇÃO NACIONAL DOS PROGRAMAS DE PÓS-GRADUAÇÃO EM COMUNICAÇÃO, 13., 2004, São Bernardo do Campo, SP. [Anais...] São Bernardo do Campo, 2004. GT Epistemologia da Comunicação.

[<]GOMES, Pedro Gilberto. A midiatização no processo social. In: _____. Filosofia e ética da comunicação na midiatização da sociedade. São Leopoldo: Editora Unisinos, 2006.

[<]FAUSTO NETO, Antônio. Midiatização: prática social – prática de sentido. In: SEMINÁRIO MEDIATIZAÇÃO, 2006, Bogotá. [Paper] Bogotá, 2006.

[<]FERREIRA, Jairo. Midiatização: dispositivos, processos sociais e de comunicação. São Leopoldo, RS, 2007. Paper do Programa de Pós-Graduação em Comunicação da Universidade do Vale do Rio dos Sinos (UNISINOS).

[<]VERÓN, Eliséo. Esquema para el analisis de la mediatización. Diálogos de la Comunicación, Lima, n. 48, out. 1997.

[<]SCOTT, Lasch. Crítica de la información. Buenos Aires: Amorrortu, 2005.

[<]SODRÉ, Muniz. Eticidade, campo comunicacional e midiatização. In: Moraes, Denis. Sociedade Midiatizada. Rio de Janeiro: Mauad, 2006.


domingo, 20 de setembro de 2009

LA CONDICIÓN HUMANA EN LA LUCHA POR EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

APROXIMACIÓN CRÍTICA A LA CONDICIÓN HUMANA EN LA LUCHA POR EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

Prof. Dr. Sirio López Velasco (FURG, Brasil lopesirio@hotmail.com)

INTRODUCCIÓN

En estas notas asumimos como punto de apoyo las tres normas fundamentales que dedujimos de la pregunta que instaura la ética ( a saber, “¿Qué debo hacer?”); como se sabe, la primera nos exige luchar para garantizar la libertad individual de decisión, la segunda nos exige que intentemos realizar consensualmente esa libertad (recurriendo al repetido voto de las mayorías como solución provisoria-mínima), y la tercera nos exige que preservemos-regeneremos la salud de la naturaleza humana y no humana (López Velasco 2009a)..

En segundo lugar sostenemos que el socialismo del siglo XXI es un concepto y una realidad en construcción, en especial a partir de la praxis verificada en Venezuela, Bolivia y Ecuador; algunas de las características que deben marcar ese concepto y su práctica son a nuestro entender los siguientes: a) reelaboraciones constitucionales a partir de sucesivas Asambleas Constituyentes y referendos, b) democracia participativa y protagónica, desde el nivel local (como sucede en los Consejos Comunales venezolanos, ver López Velasco 2009b) hasta el nivel nacional y aún internacional (por ejemplo a través del ALBA y UNASUR, o del referendo continental propuesto por Evo Morales a propósito de la presencia permanente de tropas extranjeras en territorio latinoamericano), c) democracia pluri-nacional, intercultural e interétnica (como la que definen las nuevas Constituciones de Bolivia y Ecuador), d) propuesta socioambiental que reúna indisociablemente las cuestiones individuales-sociales (que apuntan a la emergencia de individuos universales) con la visión-vivencia ecológica (como lo exige la tercera norma ética fundamental); e) plena libertad de expresión, con democratización de todos los medios de comunicación, en especial a través de la multiplicación de los medios comunitarios y asociativos (teniendo como un mínimo el proyecto argentino de reservar un tercio de las concesiones de radio y TV para el sector privado, un tercio para el sector público, y un tercio para los medios asociativos y comunitarios), f) práctica de la educación ambiental problematizadora-ecomunitarista tanto en la educación formal como en la no formal, g) rotatividad y revocabilidad de los cargos electivos (para permitir que muchos tengan acceso a esa experiencia y que nadie se eternice en esas responsabilidades, porque ello usualmente va unido a fenómenos de congelamiento de ideas, corrupción, nepotismo, obsecuencia y autoritarismo), h) socialización progresiva de los grandes medios de producción, con gobierno de sus trabajadores sobre ellos (pasando progresivamente a manos de los productores la propiedad indirecta-estatal sobre esos medios), i) educación y praxis de una erótica de la liberación, que combata el machismo y ponga en igualdad (salvo los derechos femeninos específicos, como los vinculados al embarazo) a hombres y mujeres, promueva el placer sexual compartido, combata y supere la homofobia y la represión contra la masturbación, j) promueva la integración de los pueblos de A. Latina y del mundo (caminando hacia una nueva ONU liberada de su actual asimetría derivada del poder de veto y la imposición militar de las grandes potencias); (ver López Velasco 2009a y 2009b).

Ahora bien, a partir de lo observado en los tres países arriba mencionados, y en especial en la Venezuela bolivariana, creemos interesante registrar algunos comportamientos en situación de transición hacia el socialismo del siglo XXI (siguiendo la huella de Fromm cuando investigó las personalidades de los seres humanos en el capitalismo, en especial en la fase nazi del mismo).

EL COMPORTAMIENTO OPOSITOR

Aquí hay que distinguir al opositor “interesado” (o sea el poderoso que teme por la manutención de sus privilegios económicos, políticos, culturales y militares), y el opositor de las clases media y popular.

El primero siente que su mundo se acaba ante la irrupción protagónica del pueblo y reacciona con furia ante ese destino. Su odio es tan patente que es capaz de festejar ante la sangre derramada, como los miembros de la aristocracia chilena que tomaban champaña en un hotel cercano a La Moneda mientras veían cómo el ejército golpista bombardeaba, incluso con aviones, aquél palacio presidencial defendido por Allende. Habiéndose proclamado “demócratas” mientras la supuesta democracia representativa decidía a favor de su interés, y los cuerpos armados del Estado garantizaban su supremacía mediante la represión (incluso con tortura y muerte) a los luchadores populares, aplauden con aullidos histéricos la caída de cada uno de los bastiones de la democracia representativa que no controlan (como lo hizo el selecto público invitado a la toma de posesión del golpista Carmona en 2002, cuando su portavoz anunciaba sucesivamente la disolución de la Asamblea Nacional, la cesación de los parlamentarios, gobernadores y alcaldes, y la de los jueces, etc.). Particular furia e incomprensión les causa el hecho de que los cuerpos armados no respondan ya a sus caprichos, y no repriman al pueblo movilizado; entonces dicen que esos cuerpos se han politizado, son parciales, responden a los cubanos (y no ya a sus queridos EEUU). Esos privilegiados se ciegan tanto en su odio que inventan y se creen inventos de sus medios de comunicación, como la historia de que el Estado retiraría la patria potestad a los padres para robarle sus hijos (como se mintió con la Operación Peter Pan al principio de la revolución cubana, que hizo que miles de niños de clase media cubana fueron enviados a los EEUU lejos de sus familias, en operación que intentó repetirse en Venezuela a mediados de 2009 cuando la Asamblea Nacional se aprestaba a aprobar la nueva Ley Orgánica de Educación) . Esos poderosos le tienen pánico a la libertad popular y se niegan a confirmar su conducta a la segunda y tercera normas de la ética; la salud del pueblo no les interesa (por eso promueven la persecución contra los 30 mil médicos cubanos que en Venezuela colaboraron con la implementación del ejemplar sistema gratuito de salud para todos “Barrio Adentro”), y sabemos que son poco sensibles a las luchas por la preservación-regeneración de la naturaleza no humana, porque, a través de sus empresas obsesionadas por la ganancia, se dedican a destruirla o contaminarla alegremente.

Si son insensibles al bienestar de sus connacionales, es evidente que menos aún apoyan la solidaridad internacional; así, cuando el Presidente Chávez establece diversos convenios de ayuda internacional (como con Bolivia para planes sociales de ayuda a los más necesitados, como a través del ALBA y Petrocaribe para facilitar la compra del petróleo venezolano por países que no tienen combustible fósil suficiente en su suelo, ni riquezas para adquirirlo), los privilegiados hacen campañas denunciando que “se está regalando lo que es nuestro”; y en el caso venezolano dicen una media verdad, pues PDVSA era un coto privado de la oligarquía venezolana, hasta que a revolución bolivariana la puso al servicio del país y comenzó a usar parte de sus dividendos para satisfacer carencias populares de alimentación y vivienda, entre otras.

Ahora bien, además de los privilegiados, hay un buen porcentaje de opositores que provienen de las clases medias y populares. Es evidente que una parte de esa oposición debe atribuirse a las sistemáticas campañas de desinformación y miedo que los privilegiados lanzan a través de sus medios de comunicación (por ejemplo, la ya mencionada operación Peter Pan, o la noticia de que el Estado confiscaría pequeños comercios e incluso casas de familia, o que en la nueva Ley de Educación se expulsaría a Dios de la escuela, etc.); pero además, creo que hay que ponderar otros factores. La clase media compra el mito (corroborado por el destino de unos pocos en detrimento de la enorme mayoría) de la “subida hacia el grupo selecto de los ricos y famosos”, que los privilegiados venden como un destino al alcance de todos, supuestamente posible a cambio de “mucho trabajo” (y por supuesto que omitiendo la prostitución, la corrupción, el robo, la trampa, el tráfico de influencias, y otros “detalles”). Y cuando la propuesta del socialismo del siglo XXI plantea la frugalidad ecológica y la democracia directa anclada en el poder popular, esos estratos, al ver deshecha la posibilidad (ilusoria) de realización de aquél mito, se oponen a la revolución. Dentro de ese estrato un caso especial es el de una buena parte de los docentes universitarios en Venezuela; allí pude constatar personalmente un sentimiento elitista que emanaría de su supuesta superioridad ante el resto de la sociedad, dado su bagaje intelectual; al mismo tiempo creí ver un resentimiento por el hecho de que la Presidencia fuera ocupada por un ex-coronel, y no por uno “de los suyos” (un profesional liberal);de ahí su afán de entender y acceder al mecanismo que crearía un nuevo liderazgo (fui invitado a discursar sobre ese tema en un seminario promovido por la dirección mayoritariamente opositora de una gremial de docentes universitarios de Venezuela); por último, vi cómo se oponían a la masificación de la educación universitaria, pretextando la defensa de su calidad. Sintiéndose agredidos por la invasión del pueblo a su espacio, esa parte de los docentes opta por la oposición, soñando con la vuelta de la IV República (la misma que invadía Universidades y asesinaba a estudiantes y docentes guerrilleros o simplemente de izquierda), la cual traería la restauración de su dignidad herida. La parte de razón que asiste a algunos miembros de ese grupo es la referente a ciertas prácticas demagógicas, autoritarias o simplistas por parte de los revolucionarios (por ejemplo y respectivamente, cuando no aclaran que el voto paritario en la administración universitaria no iguala el voto individual del alumno y el docente, o cuando el tono de los debates en el recinto universitario es impositivo y no el de intercambio de argumentos, o cuando el contenido de los mismos no está al nivel que sería de esperar en los recintos universitarios).

Los sectores populares que se oponen activamente a la revolución acompañan las motivaciones de las clases medias y son más víctimas que ellas (por su relativa menor instrucción, en media) de las campañas mediáticas de la derecha, que los llevan a esa posición y tratan de inmovilizarlos en ella.

EL COMPORTAMIENTO OMISO

Tal es el comportamiento de sectores predominantemente populares, aunque involucra a miembros de la clase media y aún de la alta. Son aquellos que, según el relato de Reed, frecuentaban los bares cuando se asaltaba el Palacio de Invierno; son el 33% que en febrero de 2009, tras 10 años de gobierno de Chávez, se abstuvieron en el referendo constitucional que habilitaría al Presidente a presentar su candidatura tantas veces como lo quisiera para intentar permanecer en su cargo. Buceando en las causas de ese comportamiento podemos encontrar el dicho de los negros brasileños que ante un problema que creen que no los atañe, se refieren irónicamente a los contendores diciendo “ellos que son blancos, que se entiendan”; en este caso la omisión derivaría de una suerte de abdicación de todo rol ciudadano, que habría sido introyectada a partir de la marginación ocurrida a lo largo de la Historia. Por otro lado podríamos ver en esa omisión el resultado de una sabiduría popular que vería que, más allá de todo momento histórico y pugna política, la felicidad consiste en gozar la vida, rodeado por pocos entes queridos. Esta posición puede ser combatida haciendo notar que el socialismo del siglo XXI se hace para dar, como quería Bolivar, la mayor suma de felicidad para el mayor número posible, por lo que la empresa colectiva no debería eliminar esta felicidad individual-grupal, sino facilitarla y apoyarla; ahora bien, no es menos cierto, que el enceguecimiento político a veces incompatibiliza ambas esferas, incluso en la vida de revolucionarios que, queriendo serlo, se olvidan de ser felices y hacen infelices a sus familiares y allegados. Como dije una vez, en la lucha por el socialismo del siglo XXI, hemos de plantearnos las grandes cuestiones de la vida y la muerte, incluyendo el nirvana.

EL COMPORTAMIENTO SEUDORREVOLUCIONARIO OBSECUENTE

El obsecuente es la persona (a veces de abnegación heroica) incapaz de pensar por sí misma a partir del análisis de los principios que animan a la revolución y del análisis concreto de las situaciones concretas (mutantes históricamente, por definición). Su acción está pautada por un anticipado y perpetuo acuerdo con las palabras y acciones de los jefes, en especial con las del “líder máximo”. En esa postura a veces llega al extremo de “ser más papista que el Papa”, o sea, exagerar en la dosis al intentar adivinar la voluntad secreta de un jefe, haciendo o proponiendo cosas que el propio jefe condena. La conducta de los obsecuentes y la del jefe que se deja adular por ellos tiene consecuencias nefastas para cualquier revolución, porque el rol conductor de los principios, del estudio y la reflexión sobre la realidad, pasa a ser sustituido por la visión (necesariamente parcial y pasible de error, porque humana) del jefe; también porque se pierde la riqueza de la pluralidad de cabezas pensantes en provecho de una sola visión, la del jefe; y, no menos importante, porque la conducta obsecuente es necesariamente cobarde y omisa, callándose e incluso autoengañándose, por sumisión (o temor) ante el jefe, frente a los errores que desvían a la revolución de sus fines,. Estas desviaciones se agudizan cuando el obsecuente encubre un oportunista-trepador, que ve en la obsecuencia el camino para subir en la jerarquía de los cargos y gozar de los privilegios que los acompañan. Especial daño causa a la revolución el obsecuente que ejerce en el magisterio y/o en los medios de comunicación, pues su deficiencia se transmite a los demás a través del encubrimiento de los errores del jefe y las carencias de la realidad; al cabo del tiempo, una es la seudo-realidad pintada por este personaje, y otra muy distinta, es la efectiva realidad de los tiempos, que viven el común de los mortales; ahora bien, como es la adhesión del común de los mortales la única base de apoyo real que tiene toda revolución que se quiere tal, sucede que cuando esos mortales, hastiados de tanta mentira, dejan de sostener al proceso revolucionario, acontece un colapso generalizado y el mismo se derrumba como un edificio socavado en sus cimientos (véase lo ocurrido en la URSS).

EL ESPERADO COMPORTAMIENTO REVOLUCIONARIO

El revolucionario se juega la vida día a día con sus hermanos, y al mismo tiempo mantiene un resquicio de exterioridad ante los hechos para analizar crítica y autocráticamente el derrotero que sigue la revolución y cada uno de sus protagonistas (incluyendo a los de la más alta jerarquía). Su principio de acción reza “soy amigo de mis amigos y del jefe, pero más amigo de la verdad”. Para practicarlo, el revolucionario no persigue privilegios ni se apega a los cargos que eventualmente le hayan sido confiados; y se mantiene en actitud de permanente estudio de todas las fuentes teóricas a las que pueda acceder, sin despegarse un solo día del análisis concreto de la realidad concreta. Al mismo tiempo, exige que en la educación formal y en los medios de comunicación la versión se ajuste a los hechos como un guante a la mano, y denuncia cualquier falsificación de los acontecimientos, aunque la misma sea explícita o implícitamente defendida como “un bien para la revolución”; porque sabe que esos supuestos “bienes”, al acumularse, llevan a la revolución nada más ni nada menos que a la tumba. El revolucionario no se aparta de su familia y de sus ex-vecinos, colegas y ex–colegas cuando se le confía una responsabilidad, y mantiene los oídos y ojos bien abiertos para captar lo que ocurre en la vida de ellos, pues es allí y no en los discursos, donde se muestra la verdadera cara de la revolución. Confrontado a los errores y carencias de la revolución, no se oculta tras justificativas infinitas (a veces muy manidas) sino que busca incesantemente con sus conciudadanos soluciones efectivas para las mismas. En las situaciones límite el revolucionario prefiere incluso la muerte antes que la obsecuencia o la omisión.

YO EN TODO ESTO

Por mi parte soy un poco de cada tipo humano citado; privilegiado con miedo al cambio; omiso; casi nunca obsecuente; y me esfuerzo por parecerme a un revolucionario.

BIBLIOGRAFÍA

López Velasco, Sirio. Ética ecomunitarista, Ed. UASLP, S. Luis Potosí, México,

2009a.

_________ Ecomunitarismo, socialismo del siglo XXI e interculturalidad, Ed. FURG,

Rio Grande, Brasil, 2009b, y Ed. El Perro y la rana:MPP para la Cultura, S. J. de los

Morros, Venezuela, 2008.