segunda-feira, 16 de fevereiro de 2009

Sobre la magnitud de la victoria del 15 de febrero de 2009 en Venezuela

Sobre la magnitud de la victoria del 15 de febrero de 2009 en Venezuela
En respuesta a Sirio López

Estimado Sirio:

Después de haber leído tu artículo sobre la victoria de la revolución bolivariana del 15 de febrero en Venezuela quisiera compartir contigo y los compañeros algunas observaciones:

1ª) La victoria es clara. Un millón de personas más que la oposición es una diferencia significativa teniendo en cuenta el desgaste del tiempo de gobierno, que no juega a favor del que gobierna, que las universidades en su mayoría están en la oposición, así como buena parte de la prensa, Globovisión, etc.

2ª) La victoria, aun siendo clara, muestra que los cinco millones de partidarios del ‘No’ son un aviso de las posibles complicaciones en que puede entrar la hegemonía revolucionaria tras las elecciones legislativas próximas.

3ª) Entiendo tu inquietud y advertencia sobre el riesgo del culto a la personalidad que abre la posibilidad de reelección, así como la pertinencia política de rotaciones en los puestos de dirección. Sé que tu intención, en coherencia con tu planteamiento ecocomunitarista, es recordar que hay mecanismos, como el de la rotación en los cargos, para que el dirigente político no pierda el contacto con la realidad, con el pueblo.

4ª) Ahora bien, creo que tanto el riesgo de culto a la personalidad, así como su presunta eliminación mediante la obligación de la rotación en los cargos de dirección política, siendo asuntos que merecen consideración, no son ni los problemas urgentes ni las soluciones pertinentes en el momento concreto político que en que se encuentra la revolución bolivariana en Venezuela. De ahí la lógica advertencia del compañero Justo Soto, preocupado por la confusión que puede generar ese asunto entre quienes apoyan la revolución bolivariana, al haber sido utilizado por la derecha como uno de sus pocos argumentos para debilitar la hegemonía revolucionaria.

5ª) Desde el paradigma materialista que sigo, creo que lo que da o quita legitimidad a largo plazo en el proceso político venezolano es la satisfacción del sistema integrado de necesidades materiales de vida del pueblo. La necesidad de participar periódicamente en la dirección política local, regional, estadal y nacional es ciertamente una necesidad, pero una entre otras muchas más. La forma de participar en ella no necesariamente supone asumir cargos de dirección política. Se puede participar en la dirección política de una parroquia, municipio, estado o nación eligiendo, participando en los plenos y revocando, etc. Por otro lado, no todas las personas se sienten capacitadas, desean, ni se les puede obligar al trabajo y la responsabilidad de ciertos cargos ejecutivos de dirección política. Con todo, hay que decir que en Venezuela no se ha cerrado la posibilidad de rotación en los cargos de dirección política, ya que el pueblo retiene finalmente su poder de decisión mediante el voto. Lo que se ha hecho es apoderarlo con el derecho de contar con el servidor público que trabaje por la satisfacción de las necesidades populares por el tiempo que aquél y el pueblo deseen.

Si el poder reside en el pueblo (en la fuerza de satisfacción que reclaman sus necesidades), y el dirigente político es un servidor obediencial de ese poder (como hasta ahora así lo ha practicado y practica el presidente Hugo Chávez) y no la sede fetichizada de ese poder, como ocurre en la democracia burguesa, ¿qué problema hay, si cumple con su obligación, en que el pueblo reelija a quien debe servirle obedeciendo su mandato? La clave está entonces en el “si cumple su obligación”, y no es la rotación por la rotación, que por otro lado, por sí misma no garantiza ni lo mejor ni lo peor. Es decir, la clave está en la ‘verificación’ del cumplimiento del mandato del pueblo. Este criterio de verificación no es consensual, sino que es la verificación material objetiva de la satisfacción del sistema de necesidades que tiene el pueblo venezolano para producir y reproducir su vida. Un sistema de verificación que no coincide en su tiempo de medición con el tiempo de alternancia política que ha impuesto como dogma las democracias burguesas: cuatro o cinco años para las marionetas políticas encubridoras de la eternidad de las garras del capital.

6ª) Si en tiempos de ausencia de agresión interna y externa los cambios en la dirección política generan cierto grado de incertidumbre, cuánto más cuando, como es el caso de Venezuela, se la está sometiendo a tensiones internas y externas para desestabilizarla. Por ello, por un lado, más que el riesgo lógico de generar cierto culto a la personalidad, lo que a mi juicio es más preocupante hoy en Venezuela es el riesgo de asesinato del presidente Hugo Chávez con objeto de quebrar la ligazón y articulación visible del proyecto socialista revolucionario. Y, por otro lado, como mecanismo para profundizar y fortalecer la hegemonía revolucionaria bolivariana, más que poner el acento en la rotación de puestos de dirección política, es urgente seguir avanzando en la construcción del socialismo verificando la satisfacción del sistema integrado de necesidades del pueblo. Algunas de esas necesidades las mencionó expresamente el presidente Chávez en su discurso de celebración del 15 de febrero como objetivo para los próximos años: la seguridad ciudadana, frente a la violencia; la eficiencia en la gestión de los recursos, frente al despilfarro; y la transparencia y agilidad administrativa frente al burocratismo.

Un fuerte abrazo
Antonio Salamanca

La verificación de la satisfacción de las necesidades materiales

La verificación de la satisfacción de las necesidades materiales criterio para juzgar
el utilitarismo, el consecuencialismo y la ética del bien común
Antonio Salamanca Serrano
Panamá, 2009


En este artículo se postula la tesis siguiente: la verificación de la satisfacción de las necesidades materiales de vida de los pueblos es el criterio para juzgar el utilitarismo y el consecuencialismo asumido en la ética del bien común propuesta por F. Hinkelammert. Con ello se pretende contribuir a la investigación abierta por el profesor Carlos Molina. El trabajo concreta la aportación circunscribiéndose a la parte económica de la ética del bien común, aunque las conclusiones centrales se pueden aplicar a toda ella.




1 El sistema económico debe servir a la producción y reproducción de la vida de los pueblos

La propuesta económica de la ética del bien común de F. Hinkelammert tiene como tesis fundante el postulado de que el sistema económico debe estar al servicio de la producción y reproducción de la vida de los pueblos en su ecosistema: la economía es una economía para la vida. Esto significa, a grandes rasgos, y entre otras muchas concreciones, que el sistema económico es un sistema de coordinación social del trabajo, y que su objetivo es la producción de valores-vida humana (como valores de uso o satisfactores económicos). Veamos estas dos afirmaciones con más detalle.

En primer lugar, el sistema económico de su propuesta ética es un sistema de coordinación social del trabajo. F. Hinkelammert y H. Mora subrayan una tesis cierta: la coordinación social del trabajo en función de la vida humana como absolutamente necesaria para el productor social:

“…aquel conjunto de relaciones productivas y reproductivas de especialización, interdependencia, e intercambio, que se establece entre los actores/productores/consumidores de toda economía social, y que en su máxima generalidad, cumple con la función de coordinación de los medios y los fines de que dispone y persigue una sociedad, cualquiera que ésta sea” [1]. “…hay un tipo de condicionamiento que es absolutamente obligatorio para el ‘productor social’: el de la coordinación social del trabajo en función de la reproducción de la vida humana…”[2].

La finalidad del sistema económico, como coordinación social del trabajo, es la producción de satisfactores (valores de uso) que sirvan a la producción y reproducción de la vida humana (valores-vida humana). K. Marx, en su crítica al capitalismo, elaboró su análisis tomando al trabajo abstracto como medida objetiva para mensurar los valores de cambio, y no al valor de uso[3]. Esta apuesta de K Marx es lo que hace a F. J. Hinkelammert denominar a la teoría marxiana del valor, teoría del trabajo-valor[4]. Sin negar la aportación del análisis marxiano, para F. J. Hinkelammert, la tradición marxista tiene que completar la teoría del valor, que no puede ser solamente una teoría del valor-trabajo[5]. Si le interpretamos bien, su propuesta –que también compartimos– es ir hacia una teoría del valor vida humana. Este valor permite reproducir el valor de uso, las condiciones de reproducción del sujeto productor y de la naturaleza[6].

Ahora bien, afirmar la economía, en la propuesta ética del bien común, como un sistema de coordinación social del trabajo orientada a la producción de valor vida humana implica que ha que intentarse precisar la respuesta, por de pronto, a dos preguntas centrales: ¿Qué es la vida humana? y ¿cómo se comprueba que el sistema económico sirve a su producción y reproducción?


2 “De las leyes de la naturaleza se derivan las condiciones materiales para vivir”

En la economía política de la propuesta ética de Hinkelammert, la vida de los pueblos se concretiza políticamente en la mediación histórica del bien común. Para el autor, el bien común no es una derivación apriorística de la naturaleza, sino que se va formando a partir del reconocimiento del sujeto viviente y de lo que le es útil para la vida (el bienestar) de todos.

Esta constatación es la que lleva Carlos Molina a sostener que la ética del bien común de Hinkelammert se apoya en un modo particular de utilitarismo y consecuencialismo. El utilitarismo que se defiende es el que tiene como último criterio de juicio a la reproducción de toda la vida humana, y la de todos en la comunidad (bien común). De modo que no es el utilitarismo egoísta, individualista y reductivo. Por otro lado, el cosencuencialismo presupuesto mantiene, como criterio de ‘verificación’ de la ética del bien común, a la verificación de las consecuencias de las acciones respecto a la producción y reproducción de la vida. No es tampoco el consecuencialismo extremo que sostiene que el fin justifica los medios.

Para Carlos Molina es especialmente relevante que la propuesta de la ética del bien común sea consecuencialista. Según él, esto fortalece el carácter ‘a posteriori’ de sus fundamentos:

“No es una ética que formula normas fundadas en una esencia humana, un principio inquebrantable o fines determinados de antemano por un grupo de la sociedad. Es la evaluación de la acción mediante la evaluación de sus consecuencias para la vida de la humanidad lo que anima a la ética del bien común[7].

El contenido de ese fundamento ‘a posteriori’ son los ‘valores por sí’, en formulación de Hinkelammert, que diferencia de los valores absolutos. Los ‘valores por sí’ no se obtienen mediante derivaciones apriorísticas, sino, digámoslo así, por vía de su negación histórica. En la historia se comprueba que la negación de esos ‘valores por sí’ provoca efectos perniciosos, incluso en el caso extremo, la disolución del marco general de toda valoración: la misma vida.

Ahora bien, sobre este punto encontramos algunas limitaciones en la ética del bien común de Hinkelammert. Dos tienen especial alcance: 1º) Creer que es posible el juicio de la utilidad o de las consecuencias ‘a posteriori’ de las acciones sin caer en la cuenta que ya se está presuponiendo prácticamente la existencia ‘a priori’ de la estructura material de la praxis vida de los pueblos. 2) Los ‘valores por sí’ son algo derivado de aquello que los hace posibles y les da contenido: la satisfacción del sistema de necesidades materiales que estructura la vida de los pueblos[8].

El primer lugar, resulta difícil imaginar cómo vamos a poder saber, juzgar y actuar sobre lo que es útil o tiene mejores consecuencias para la vida si no sabemos lo que sea la vida de la especie homo sapiens sapiens. La afirmación genérica de la vida sin más no resulta suficiente; es altamente abstracta, no delimita su contenido, no queda mediada históricamente por categoría alguna, y se hace difícilmente mensurable.

En segundo lugar, no se es suficientemente radical en la pregunta por el origen de los valores en general, ni de los ‘valores por sí’ en particular’. Los valores no tienen sustantividad alguna. Lo que tiene sustantividad y da contenido a lo que se suele llamar valores es la vida de los pueblos como praxis material necesitada de satisfacción para producir y reproducirse. La vida de los pueblos tiene un modo concreto histórico de expresarse. Lo hace como un sistema estructural integrado de necesidades materiales. El que una acción contribuya a la satisfacción o a la insatisfacción del sistema estructural integrado de necesidades es lo que hace que esa acción sea valiosa para la vida o un disvalor para la misma. Los valores siempre quedan referidos a la satisfacción o insatisfacción de las necesidades materiales de las personas y de los pueblos.

Ahora bien, Hinkelammert, así como buena parte de la tradición marxista, participan de ciertos prejuicios contra los aprioris metafísicos que les impiden investigar la posibilidad de que la vida se concretice históricamente como la constante transhistórica de un sistema estructural integrado de necesidades materiales. Sistema que ciertamente se actualiza en cada momento histórico en la riqueza de la pluralidad de satisfactores o en la pobreza de los mismos. Pero una cosa es defender la historicidad de la vida humana y otra es caer en el ‘historicismo’. Creemos que, como a Marx, la metafísica hegeliana, lleva a Hinkelammert a pensar que es en el movimiento histórico donde se van creando las necesidades. La Historia (el movimiento histórico) sería la madre de las necesidades. No habría entonces ninguna necesidad que se mantuviera constante a lo largo de la historia como un ‘a priori’ para la vida. Sin embargo, a nuestro juicio, esto es un dogma asumido acríticamente y que lleva a Hinkelammert y H. Mora a la contradicción de, por un lado, negarse intelectualmente a investigar el hecho del sistema integrado de necesidades como sistema limitado de necesidades universales, interdependientes y constantes históricas, y, por otro, afirmar que de las leyes de la naturaleza se derivan las condiciones para vivir:

“De las leyes de la naturaleza se derivan las condiciones materiales para vivir, y por lo tanto, la distribución posible de las múltiples actividades humanas y la organización y coordinación de las múltiples funciones productivas necesarias para producir el producto social material que permita la supervivencia de todos. Independientemente de las voluntades humanas, se trata aquí de un condicionamiento que decide sobre la vida o la muerte de los seres humanos que se encuentran interrelacionados…”[9].

Se abre aquí todo el problema del sistema de las necesidades. Un tema que el propio Marx reconocía fundamental en los Grundrisse, y merecedor de futuras investigaciones. Sin embargo, por sus prejuicios ‘antiesencialistas’ Marx siempre afirmó que las necesidades son una creación histórica. El asunto es central, pero su tratamiento en profundidad desborda los límites de este trabajo. Solamente, a modo de tesis, afirmamos, frente al planteamiento de quienes sostienen que las necesidades son creadas por la Historia e ilimitadas, que el sistema de necesidades, y consecuentemente éstas mismas, son una imposición de la estructura de la materia viva de la especie homo sapiens sapiens; son universales y limitadas, estructurales, y constantes históricas. Esto no es una recaída en ‘iluminismos metafísicos’ sino entender que el río de la vida es corriente de agua. Es corriente (movimiento), sí; pero de agua (estructura material). Ningún movimiento histórico, ninguna vida humana de la especie homo sapiens sapiens es posible sin la permanencia en el tiempo de la constante de su sistema de necesidades. Encontrar dicho sistema corresponde a la investigación filosófico-científica. Los hallazgos siempre quedarán sometidos a verificación científica. Por tanto, nada de lo que aquí proponemos puede ser acusado de ‘iluminismo metafísico’. Mas bien, lo que nosotros denunciamos es el ‘historicismo metafísico hegeliano’ presente en Marx, en parte, y en buena parte de la tradición marxista, que les lleva a presuponer que el movimiento histórico se sustenta sobre sí mismo; que las necesidades de la vida humana se crean en la historia; que no distingue entre necesidades materiales (universales, limitadas, estructurales, constantes) y los satisfactores (particulares, potencialmente ilimitados, estructurales y contingentes históricos).

El sistema de necesidades materiales en que se concretiza la vida humana es posible conocerlo por la investigación filosófico-científica. Es de agradecer que en la filosofía, la antropología, la psicología, la sociología, entre otras disciplinas, haya habido diferentes propuestas del sistema de necesidades. Propuestas que se han dejado someter a verificación histórica acreditándose en mayor o menor grado. Fruto de un trabajo previo[10], aquí ofrecemos nuestra propuesta del sistema de necesidades en que se estructura la vida humana de los pueblos:


Sistema de Necesidades Materiales



I. Necesidades de comunicación material

I.1. Necesidades de comunicación material eco-estética: Necesidad de un medioambiente saludable (1), Necesidad nutritiva diaria (2), Necesidad de una vivienda saludable (3), Necesidad de transportarse (4), Necesidad de atención médica (5); Necesidad estética (6).

I.2. Necesidades de comunicación material ero-económica: Necesidad de reconocimiento familiar (7), Necesidad de reconocimiento comunitario (8); Necesidad de trabajo (9), Necesidad de apropiación personal (como prestación personal y directa de servicios) y comunitaria (cooperativa y estatal) de los medios de producción laboral (10), Necesidad de apropiación personal del fruto del trabajo (11).

I.3. Necesidades de comunicación material político-institucional: Necesidad de participación política en la comunidad (12); Necesidad de instituciones comunitarias al servicio de la reproducción de la vida de los pueblos y cada uno de sus miembros (13): Necesidad institucional de la soberanía nacional territorial (14), Necesidad institucional de un sistema de salud popular (15), Necesidad institucional de un sistema público de transporte (16), Necesidad institucional de un sistema económico socialista o comunista (17), Necesidad institucional de Dirección Estatal (Legislativo, Judicial, Ejecutivo) Revolucionaria (18), Necesidad de instituciones internacionales revolucionarias (19), Necesidad institucional de medios de información del pueblo (20), Necesidad institucional de medios de opinión del pueblo (21), Necesidad institucional de un sistema educativo popular (22), Necesidad institucional de centros de liberación (v. gr. centros de desadicción,) (23), Necesidad institucional de un sistema de Derecho revolucionario, y de Centros de Reorientación de la Autodeterminación y Rehabilitación revolucionaria (24), Necesidad institucional de policía revolucionaria (25), Necesidad institucional de un ejército revolucionario (26).


II. Necesidades de libertad material

II. 4. Necesidad de empoderamiento con la fuerza de liberación personal y comunitaria (27).
II. 5. Necesidad de autodeterminación revolucionaria en el proyecto personal y comunitario (28).
II. 6. Necesidad de fortalecimiento en la permanencia histórica hegemónica de la ejecución del proyecto político revolucionario (personal y comunitario) (29).


III. Necesidades de verdad material

III. 7. Necesidad personal y comunitaria de información veraz (30).
III. 8. Necesidad personal y comunitaria de una opinión bien formada (31).
III. 9. Necesidad personal y comunitaria de conocimiento (32).

A modo desafío probatorio a la tendencia ‘historicista’ de la ética del bien común, proponemos someterla al siguiente experimento: 1º) ¿Es posible la vida (entendida en todo su florecimiento) de los pueblos sin la satisfacción del sistema estructural integrado de necesidades que proponemos?; 2º) ¿Ha existido algún pueblo o persona en la historia que no haya tenido y tenga estas necesidades?; 3º) ¿Acaso no intentan todos los pueblos y en todo tiempo, a través de la riqueza de la diversidad histórica de satisfactores, satisfacer su sistema estructural integrado de necesidades materiales? Si las respuestas son afirmativas, resulta que tendríamos entonces un sistema de necesidades estructurales e integradas que permitiría y acompañaría el desarrollo histórico de la vida de la especie homo sapiens sapiens. Tendríamos entonces necesidades expresadas históricamente, sí, pero constantes universales y concretas. Y, asentados sobre ellas, tendríamos un sistema de valores estructurales, ni ‘a priori’ ni ‘a posteriori’, que permitiría mensurar y verificar la utilidad y las consecuencias de las acciones.
3 ¿Cómo se mide la verificación de la satisfacción de las necesidades de vida?


Cuando la ética del bien común se enfrenta con la pregunta: ¿cómo se calcula la utilidad y las consecuencias de las acciones? responde proponiendo una polaridad entre el cálculo de utilidad y la decisión en función del bienestar de todos. El cálculo de utilidad es interpelado e intervenido por la racionalidad reproductiva. Ahora bien es un cálculo no ‘iluminado’ ni ‘a largo plazo’:

“No se trata… de formular un cálculo de utilidad ‘a largo plazo’ o un cálculo de utilidad ‘iluminado’. El cálculo de utilidad es el cálculo del individuo autónomo, que en su lógica produce precisamente aquellas fuerzas compulsivas de los hechos que desencadenan el proceso colectivo de autodestrucción, al cual se enfrenta la acción solidaria”[11].

Sin embargo, limitándonos al ámbito económico en el que estamos, cuando la ética del bien común tiene que abordar la praxis económica se queda en cierto grado de abstracción y generalidad, con el riesgo de esterilidad, a la hora de concretar su ‘interpelación e intervención’ en el momento de la producción, circulación y apropiación de los satisfactores laborales. Por otro lado, es lógico este riego si, como hace la ética del bien común, se asume ‘apriorísticamente’ que no hay parámetros ‘a priori’ para mensurar la praxis económica.

¿Cómo se mide entonces la utilidad y las consecuencias de la praxis económica? Desde nuestro planteamiento, para medir la utilidad y las consecuencias de la praxis económica se hace necesario definir previamente lo que se entiende por utilidad. Por utilidad económica entendemos la satisfacción de las necesidades mediante el valor de uso vital de los satisfactores laborales. Habría que hacer notar aquí que la utilidad es más que la utilidad económica. Esta es una parte de aquella. Y que, del mismo modo, no todos los satisfactores son producidos por la praxis económica; esto es, no todos los satisfactores son satisfactores laborales. Un abrazo es un satisfactor afectivo, útil para la satisfacción de la necesidad afectiva, pero no se ha producido en la praxis laboral; no es un satisfactor laboral.

La utilidad concreta de un producto (de un satisfactor laboral) es entonces la satisfacción del ‘valor de uso’ laboral de ese producto como fuerza material para satisfacer necesidades humanas, y cuyo acceso o carencia decide sobre la vida (disponerlo) o la muerte (no disponerlo), y en consecuencia sobre el valor vital del producto[12]. La utilidad vital concreta del producto-satisfactor (su valor de uso) es la satisfacción de las necesidades de los pueblos de producir y reproducirse[13]. La ‘sustancia de valor’ es la fuerza de un producto de satisfacer necesidades humanas y de garantizar la reproducción de la vida real, dentro de un equilibrio sostenible de la división del trabajo[14].

A nuestro juicio, si la ética del bien común quiere poder medir la utilidad de un producto, de un satisfactor laboral, además de tener que definir la utilidad, —lo que no puede realizarse sin afrontar el sistema de necesidades en el que se concreta la vida de la especie humana—, tendrá que hacerlo en el marco del sistema económico socialista. Sabido es que el sistema económico capitalista entiende por utilidad —y verifica la medición de la misma— la obtención de beneficio económico en el mercado (realización y acumulación de capital). La satisfacción de las necesidades de vida de los pueblos no es la fuerza que empuja su praxis económica. El socialismo, por el contrario, sí tiene en la satisfacción de las necesidades de vida de los pueblos su orientación económica.

Ahora bien, para que el sistema económico socialista pueda medir y verificar la utilidad de un producto tiene que integrar y mensurar en la teoría del valor (o trabajo-valor) todo el contenido de la interacción productiva. En el análisis marxiano tradicional se ha mensurado únicamente el ‘tiempo de trabajo’. En esta línea se mantiene la propuesta del Socialismo para el XXI, de H. Dieterich. Para el autor, el valor objetivo de un producto servicio lo ofrece la cantidad de tiempo empleado en su producción. El valor de uso, sus otros componentes, no desempeña papel alguno en la determinación[15]. “Los principios del valor objetivo y de la equivalencia son indudablemente los ejes fundamentales de la economía justa del futuro”[16].

Sin embargo, a nuestro juicio, del trabajo también hay que mensurar la cualidad del mismo, y el movimiento o intensidad de la fuerza laboral. Además, como el proceso productivo es comunicación del trabajo con la materia naturaleza y materia naturaleza humana, no sólo hay que mensurar el trabajo, sino la cualidad estructural y fuerza de la materia naturaleza y materia naturaleza humana. Así se obtiene el valor de uso de un bien o producto, que tiene que ver con más magnitudes que el tiempo de trabajo[17].

La utilidad de la fase de producción de los satisfactores económicos estará en función del ‘metabolismo’ de las dos substantividades materiales naturaleza (naturaleza y naturaleza humana). Sabiendo que ambas materias, cada una en su modalidad propia, tienen el mismo fundamento estructural, podemos decir que la utilidad económica está en función de los tres parámetros (dimensiones) estructurales de la materia: (1º) La cualidad y cantidad material de los medios de producción y del trabajo comunitario vivo; (2º) La cualidad y cantidad material de la interacción (combustión) de ambos; (3º) La intensidad (fuerza) de la comunicación productiva entre ellas. Todos estos factores de producción están presentes en el análisis de K. Marx sobre la capacidad productiva del trabajo:

“La capacidad productiva del trabajo depende de una serie de factores, entre los cuales se encuentra el grado medio de destreza del obrero, el nivel de progreso de la ciencia y de sus aplicaciones, la organización del proceso de producción, el volumen y la eficacia de los medios de producción y las condiciones naturales”[18].

En primer lugar, la utilidad está en función de la cualidad y cantidad material de los medios de producción y del trabajo comunitario vivo. Es decir, la materia naturaleza, con su estructura (cualitativa y cuantitativa), esto es, la ‘tierra’, en su calidad y cantidad, con memoria material terrestre, va a condicionar el contenido del valor de uso (v.gr. una casa con estructura de ladrillo y cemento tiene más valor de uso que otra hecha de cartón). Del mismo modo, la utilidad está en función del trabajo comunitario vivo, en su calidad y cantidad histórica. Es decir, como trabajo comunitario que ‘resucita’ el trabajo histórico integrado en los medios de producción disponibles (v.gr. una casa cuyos cimientos se han hecho con buena maquinaria excavadora tiene más valor de uso que otra cuya cimentación se hizo con picos mochos).

En segundo lugar, la utilidad está en función del modo de la interacción espacio-temporal (organización) entre los medios de producción y el trabajo comunitario vivo. Este es el momento propiamente del ‘encuentro’. En el proceso de producción hay dos materias, con dos ‘espaciosidades y temporalidades’ involucradas. Por un lado, la espaciosidad y temporalidad de la ‘materia naturaleza’, y, por otro, la del trabajo[19]. En relación a éste, la productividad es fruto del tiempo de trabajo (v.gr. tendrá más valor de uso una casa que por su extensión ha necesitado 1 año de horas de trabajo, que otra, que por la misma extensión ha necesitado 6 meses)[20]. Pero la productividad no se puede reducir a la cuantificación del tiempo laboral empleado en la producción porque es más que eso. En primer lugar, la productividad es fruto también de la ‘calidad’ de la relación productiva de la ‘espaciosidad y temporalidad’ del trabajo comunitario vivo. Es decir, es fruto del espacio y del tiempo de vida del ser humano mediatizado como trabajador en la comunicación productiva. Como señala P. Miranda, “[d]e dos técnicos con exactamente la misma preparación el uno puede idear el invento y el otro no, al uno se le puede en un cuarto de hora ocurrir la solución de un problema determinado, y el otro puede pasarse años macheteando sin que atine con ella”.[21] Es decir, siguiendo con el ejemplo de la construcción de la casa, si los pilares se han edificado siguiendo las normas de la buena arquitectura, la casa tendrá más valor de uso que si los pilares se levantaron según el capricho del dueño. Y, en segundo lugar, la productividad es, además, fruto de la cualidad de la ‘espaciosidad y temporalidad’ de la materia naturaleza[22] (v.gr. una casa con buena orientación al mar y luminosidad en sus habitaciones, aunque se haya construido empleando el mismo tiempo de trabajo, iguales calidades de materiales y la misma calidad laboral, tendrá más valor de uso que otra que se edificó en un basurero).

En tercer lugar, la utilidad está en función de la fuerza de movimiento laboral; de la intensidad (velocidad) de la comunicación laboral (v.gr. la casa cuyos ladrillos se han fabricado en 3 minutos cada uno, tiene más valor de uso que aquélla en la cual los mismos ladrillos se tardaron 3 horas en fabricar).

Ahora bien, aunque hemos concretizado algunos parámetros que hay que tener en cuenta para poder medir y verificar la utilidad y las consecuencias de la praxis económica, las preguntas por el cómo se hace en concreto el mensuramiento y la verificación de la utilidad de los valores de uso siguen pendientes. Respondiendo sintéticamente diremos que el mensuramiento y verificación de la utilidad de los valores de uso laborales se mide a través del precio en el mercado socialista. Veamos este punto con algo más de detalle,

Los ‘satisfactores laborales’, como valores de uso, no valen únicamente para la satisfacción solipsista de una necesidad. También ‘valen’ para la satisfacción de las necesidades materiales de la vida de otros (porque la vida es siempre covida humana). Los satisfactores laborales tienen ‘valor de uso’ para la vida de los otros, sea para satisfacer las necesidades materiales de vida de otros productores, o para integrarse como medios de producción en otros procesos productivos laborales[23]. El valor de uso lleva en sí mismo el doble carácter de ‘valor de uso propio’, y ‘valor de uso para los demás’ (mercancía)[24]. En el momento de la circulación de la praxis económica, el ‘satisfactor-valor de uso’ entra como objeto de comunicación entre dos (o más) materias naturalezas humanas. Se abren las puertas a la ‘comunicación material mercantil’. Es la aparición y el fundamento del mercado. En la tradición marxista, algunos proponen eliminar el mal del mercado capitalista eliminando todo mercado, y poniendo en su lugar una sociedad de ‘productores libres’[25]. Sin embargo, una cosa es el mercado capitalista y otra el mercado. El mercado es el ámbito del intercambio de satisfactores que sirve a la satisfacción de las necesidades de vida de la comunidad. Y, en este sentido, el mercado es una mediación (una modalidad de mediación lingüística material) de la necesidad de comunicación material; una mediación tan fundamental, que es una mera ‘fantasía’, fácticamente imposible, pensar en una comunidad humana organizada sin mercado (ahora bien, entiéndase que con esta afirmación no proponemos el llamado ‘socialismo de mercado’, al estilo del capitalismo de Estado chino, o socialdemócrata, sino que nuestra propuesta lo que defiende es un mercado socialista o socialismo con mercado).

La mercancía es el satisfactor laboral con ‘valor de uso para otros’, que aparece en el mercado. Es decir, si el producto tiene un valor de uso para la satisfacción de necesidades materiales de producción y reproducción de la vida, esta satisfacción puede ser directamente personal (satisfacción directa en el consumo) o para otros, debido a la estructuración comunitaria del trabajo laboral (satisfacción mediata mercantil). En este segundo caso, el producto, en cuanto tiene la propiedad de ser un valor de uso ‘para otros’, es objeto de comunicación económica entre los miembros de los pueblos y entre los pueblos. El producto entra en el ‘mercado’, ahora ya, como mercancía. En la ‘mercancía’, aunque parte de “…lo que caracteriza visiblemente la relación de cambio de las mercancías es precisamente el hecho de hacer abstracción de sus valores de uso”[26], no desaparece el valor de uso concreto del satisfactor laboral. Para que un ‘satisfactor-valor de uso’ sea mercancía (encierre valor), siempre en el mercado socialista, ha de ser un satisfactor laboral que cumpla las siguientes condiciones: (1ª) Satisfactor fruto del trabajo; (2ª) Intercambiable en el mercado voluntario de equivalentes (compra-venta); (3ª) Con poder material para la satisfacción de las necesidades de vida de otro, no las propias[27].

En el mercado, la mercancía aparece encarnando abstractamente su ‘valor de uso vital’. Un valor que integra ciertamente el tiempo de trabajo. Para Marx, éste era el único parámetro que permitía la conmensurabilidad de las mercancías. Sin embargo, la mercancía en el mercado, en su ‘valor de uso vital’, no puede hacer abstracción de los otros componentes que la alumbraron (propiedades materiales de la misma) en cuanto integrantes esenciales del satisfactor de necesidades materiales de vida. Y, de hecho, así ocurre en la práctica, por más que se haya empeñado una política económica que toma sólo al tiempo de trabajo como criterio de fijación del valor y de los precios. Pues bien, el satisfactor económico laboral, que lleva en sí un valor de uso objetivo que se resiste a toda subjetivación, entra en la circulación económica del mercado como satisfactor de necesidades materiales de vida (mercancía) de los miembros del los pueblos. Entonces, la objetividad de los valores de uso de los satisfactores laborales son ‘valorados’ por la subjetividad de los pueblos en función de un determinado: (1º) Grado de ‘conocimiento’ del poder del satisfactor respecto a la satisfacción de las necesidades; (2º) Grado de urgencia en el modo espacio-temporal de satisfacción de determinadas necesidades material de vida; (3º) Grado de intensidad en la satisfacción de las mismas. Como resultado de esta comunicación económica material en el mercado, el satisfactor, en cuanto mercancía, adquiere un ‘precio’.

El precio de la mercancía tiene un componente objetivo y otro subjetivo. Pretender objetivizar todo el precio es una imposibilidad fáctica. Un empeño que se ha intentado en la planificación central del socialismo real sin mercado, y que algunos socialistas proponen como posible en la planificación perfecta de un socialismo cibernético. Pero, por otro lado, pretender la subjetivación completa de los precios (la mera ley de la oferta y la demanda capitalista) es ‘desmaterializar’ la objetividad del trabajo vivo del trabajador y de la materia naturaleza. Dada esta interrelación entre los componentes subjetivos y objetivos del precio, en un mercado socialista el precio es un medio indirecto aproximado de mensurar el ‘valor de uso comunitario’ de los satisfactores laborales. El precio en el mercado socialista, aunque no necesariamente, puede ayudar a mensurar indirectamente los otros parámetros del satisfactor laboral que no son el tiempo de trabajo. Parámetros, que como K. Marx observó, son difíciles o imposibles de mensurar a priori. Esto no quiere decir que en el mercado socialista no pueda haber una fijación directa de precios o márgenes de fluctuación de los mismos. Está claro que una planificación económica orientada por la vida de los pueblos tiene que hacerlo (v.gr. satisfactores de necesidades urgentes, por razones estratégicas de política económica, etc.). Lo que queremos indicar es que este recurso de política económica no debe eliminar al mercado socialista. Sin embargo, ¿con qué criterios interviene el Estado en la regulación de precios si no tiene claro el sistema integrado de necesidades de vida de su pueblo? De ahí la insistencia que hemos expresado en profundizar en el sistema de necesidades materiales que Marx ya indicó en los Grundrisse.



[1] Hinkelammert, F. J.; Mora, H., Coordinación social del trabajo, mercado y reproducción de la vida humana. Preludio de una teoría crítica de la racionalidad reproductiva (San José [Costa Rica]: DEI, 2001) 22.
[2] Ibid., 24; 21-25.
[3] Ibid., 227. Nota 1.
[4] Ibid., 230.
[5] Ibid., 359.
[6] Ibid., 358. Nota 4.
[7] Molina, C., ¿Cuál es el problema con el cálculo de utilidad? Grupo Pensamiento Crítico (El Salvador, enero 2009). http://www.pensamientocritico.info/.
[8] Marx, K., Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) 1857-1858 vol I (México: Siglo XXI, 197810) 66; 85; 208; 361; ID., vol II (México: Siglo XXI, 200613 )17.
[9] Hinkelammert, F. J.; Mora, H., Coordinación social del trabajo, mercado y reproducción de la vida humana, o. c., 24; 21-25.
[10] Salamanca, A., Filosofía, Política y Derecho de la Revolución (México: Universidad Autónoma Metropolitana, [Tesis Doctoral en Filosofía Política], 2008), Apéndice.


[11] Hinkelammert, F. J.; Mora, H., Coordinación social del trabajo, mercado y reproducción de la vida humana, o. c., 324-325.
[12] Ibid., 42.
[13] Ibid., 228.
[14] Ibid., 232.
[15] Dieterich, H. (et el.), El fin del capitalismo global. El Nuevo Proyecto Histórico (México D. F.: Océano, 2000) 81.
[16] Ibid., 83; H. Dieterich propone un paradigma del Socialismo del Siglo XXI como ‘socialismo cibernético’, en línea con los trabajos de la Escuela de Escocia, representada por Paul Cockshott y Allin Cotttrell, con inspiración en Robert Owen y la informática; y la Escuela de Bremen, inspirada en el inventor de la computadora, Konrad Zuse y Arno Peters. H. Dieterich entiende que la economía social es un problema de información y decisión democrática. Su propuesta consiste en sumar: valor, equivalencia de valores, cibernética, democracia participativa, educación y redistribución, Dieterich, H., Hugo Chávez y el Socialismo del Siglo XXI (Caracas: Monte Ávila Editores, 20072) 194-215.
[17] Hinkelammert, F. J., Mora, H., Hacia una Economía Para la Vida, o. c., 233.
[18] Marx, K., El Capital, v. I (México: FCE, 1973) 7.
[19] Ibid., 384; 384-390.
[20] Si es un hecho indiscutible que K. Marx, como veremos, descubrió perfectamente la transformación del ‘producto del trabajo’ (valor de uso) en mercancía, y la transformación del trabajo concreto en trabajo abstracto, sin embargo, su análisis “no es tan contundente en cuanto a la transformación fundamental, la del tiempo [espacio] de vida en tiempo de trabajo, a pesar de que su teoría de valor presupone esta transformación”, Hinkelammert, F. J., Mora, H., Hacia una Economía Para la Vida, o. c. 391.
[21] Ahora bien, que la teoría del valor marxiana necesite ser completada, no significa, como afirma P. Miranda, que sea insalvable o conduzca a ninguna parte. Miranda, P., Racionalidad y democracia, o. c., 130.
[22] Hinkelammert, F. J., Mora, H., Hacia una Economía Para la Vida, o. c., 65; 75, nota 17.
[23] Cfr. Hinkelammert, F. J.; Mora, H., Hacia una Economía Para la Vida, o. c., 67.
[24] Ibid., 72-73.
[25] Ibid., 245.
[26] Marx, K., El Capital, v. I (México: FCE, 1973) 5.
[27] Hinkelammert, F. J., Mora, H., Hacia una Economía Para la Vida, o. c., 365-366.

VENEZUELA TRAS LA ENMIENDA CONSTITUCIONAL

VENEZUELA TRAS EL REFERENDO DEL 15/02/2009: PRIMERAS REFLEXIONES

Prof. Dr. Sirio López Velasco (lopesirio@hotmail.com Universidade Federal do Rio Grande, Brasil) Madrid, 16/02/2009


En este texto aventuramos algunas primeras preguntas y respuestas acerca de la Venezuela que vendrá tras el Referendo del 15/02/2009, a la espera de las correcciones y aportes de l@s compañer@s venezolan@s. En primer lugar, y ante la desinformación de la gran prensa controlada por la derecha y los EEUU, registramos algunos datos muy positivos de la Venezuela bolivariana orientada hacia el socialismo del siglo XXI. Luego, invitaremos a reflexionar en óptica ecomunitarista sobre la situación y perspectivas de Venezuela de cara al socialismo del siglo XXI, reiterando que l@s compañer@s venezolan@s tienen la última palabra.

A. CONQUISTAS DE VENEZUELA

I. Libertad de prensa
A principios de 2008 los dueños de los grandes medios de prensa del continente reunieron en Venezuela a su organización, la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa, controlada desde su nacimiento por la CIA, y no en vano su sede central en Miami lleva el nombre de un agente de la CIA, a saber Jules Dubois), para denunciar la falta de libertad de expresión en ese país; por si no fuera poco esa contradicción (denunciar la falta de libertad en un país que abre sus puertas para una reunión de capitalistas de la información que sabe que lo condenarán), hay que registrar que en la Venezuela bolivariana ningún órgano de prensa ha sido clausurado o censurado, y ningún periodista ha sido preso, desaparecido o asesinado como represalia al ejercicio de su profesión (algo tan común, infelizmente en A. Latina, como por ejemplo, en Colombia). Hay que aclarar que RCTV, un poderoso canal privado de TV que contribuyó a armar y luego apoyó el Golpe de Estado contra Chávez en 2002 (que en abril lo apartó dos días del poder), al tener su licencia estatal vencida (en Venezuela el Estado, representando al pueblo es el dueño del espectro radioeléctrico) no tuvo renovada su concesión (algo que ha ocurrido muchas veces con diversos medios de prensa en otros países, incluso en los EEUU). En Venezuela hay plena libertad de prensa, y basta leer-oir-ver por Internet la prensa venezolana, o mirar con antena parabólica el canal Globovisión (vocero de la derecha y de los EEUU en Venezuela), para cerciorarse de ello. Medios oficiales han dicho a principios de 2009 que de cada diez artículos publicados en la prensa caraqueña sobre la Enmienda votada el 15/02/09, entre siete y ocho fueron contrarios a la misma; también dicen que al menos 4000 emisoras de radio venezolanas están controladas por la derecha.

II. Participación popular
Es plena la democracia en Venezuela. La derecha se moviliza todo lo que puede y quiere; y, por otro lado, los revolucionarios y vecinos se agrupan en millares de Consejos Comunales (CC, que a principios de 2009 serían 25.000, organizados en sectores de cada barrio), que elaboran proyectos comunitarios y reciben directamente del Estado el dinero para ejecutarlos (llevando la contabilidad imprescindible); en marzo de 2008 y de una sola vez (en abril hubo otra instancia similar) se aprobó dinero para apoyar 2 mil de esos proyectos (con un promedio de unos 40.000 dólares por proyecto); durante todo 2008 se aprobaron 1887 millones de dólares para 11.700 proyectos de los CC, y se prevé que en 2009 esa cifra se duplicará. En Caracas, en 2008, funcionaban 75 Bancos Comunales (para apoyar proyectos de los CC). En los 10 años del gobierno de Chávez hasta febrero de 2009 hubo 12 elecciones (presidenciales, estadales, municipales o plebiscitarias), sin ningún Partido prohibido.

III. Pobreza y mortalidad infantil
1. Desde la llegada de Chávez al Gobierno (1999) la pobreza extrema y la mortalidad infantil se han reducido en Venezuela, a la mitad de lo que eran; en 1998 la mortalidad infantil era del 24 por mil y ahora es de 12 por mil; la mortalidad materna bajó al 47,4 por mil en 2007. La pobreza, que oscilaba entre el 50 y el 60%, en 1998, bajó en 2008 al 26% de la población); en 2008 la pobreza extrema se sitúa entre el 7 y el 9% de la población, cuando era del 20 al 25% en 1998 (en 2008 hay 2 millones menos de pobres-extremos de los que había en 1999). En 2008 Venezuela presentó el mejor Índice Gini de A. Latina (o sea, es el país con menor desigualdad, con un guarismo de 0,4); en 2008 el país ocupaba la posición 61 (en un total de 179) del Índice de Desarrollo Humano de la ONU. Venezuela tiene el salario mínimo más alto de A. Latina (unos 400 dólares al cambio oficial).

III. Alimentación
Ante el desabastecimiento (real o provocado por la derecha) de algunos productos (leche, pollo, carne, arroz, gas), el gobierno ha tomado o reforzado medidas para aumentar la producción interna, la importación y la distribución de alimentos a bajo costo (en especial gracias a las 37 plantas de propiedad social).. Entre 1988 y 1998 la producción vegetal total de Venezuela había crecido el 10%, mientras que en el período bolivariano (de 1999 a 2008) aumentó el 24%; entre 1988 y 1998 la superficie cosechada había caído en un 29%, mientras que en el período bolivariano la misma aumentó un 45% (en 1998 había 1,5 millón de hás. Cultivadas y en 2008 pasaron de 2.100.000; el latifundio se redujo en un 32%; hay laboratorios públicos que atienden al 40% de la superficie vegetal de Venezuela (unas 540 mil hás.); la semilla, que era toda importada, a fines del 2008 ya tiene producción nacional para el 70% de las caraotas (frijoles que son base de platos tradicionales venezolanos); antes era importados la urea y los fertilizantes, y ahora Venezuela es autosuficiente en la primera y dejará de importar los segundos en 2010.
1. A través de la red MERCAL (Mercados populares que venden a precios más bajos que el comercio capitalista clásico, que desde 2003 se propusieron atender a 8 millones de personas) y del programa PDVAL (apoyado por la petrolera estatal PDVSA), se venden alimentos nacionales o importados cuyo precio es entre un 40 y un 60% más barato que en el comercio capitalista; esos mismos productos son llevados hasta los vecinos en ferias periódicas organizadas en cada ciudad y pueblo. MERCAL ya atendía en 2008 al 14% del consumo nacional.
2. Se han creado en el campo y la ciudad empresas socialistas (por ahora de propiedad social indirecta, o sea administradas por el Estado, pero con la promesa de Chávez de que pasarán bajo control directo de sus trabajadores) para producir, envasar y distribuir alimentos a bajo costo. Para eso, por ejemplo, (y ya van varios), se expropió en 2008 un latifundio de 60 mil hectáreas (el “Río Tinto”); hay que motar que hasta ahora las expropiaciones-nacionalizaciones, han sido siempre mediante pago; claro que el gobierno no se rinde a las pretensiones desmedidas de los expropiados (como lo demostró pagando menos de lo que pretendían los dueños del Banco de Venezuela, propiedad del grupo español, Santander, o los de la siderúrgica SIDOR).
3. Se está construyendo, con apoyo de Irán, la primera fábrica de tractores de la historia de Venezuela, y a principios de 2009 salió de otra planta, construida con la empresa argentina PAUNY recuperada por sus trabajadores, el primer tractor ensamblado en Venezuela.
4. Para facilitar el abastecimiento mutuo se impulsa el Sistema de Trueque de productos, servicios y saberes, sin dinero y con moneda propia de los ‘prosumidores’ (figura que reúne al productor-consumidor, separado por el capitalismo en dos caras alienadas).

IV. Salud
1. El 9% del Presupuesto Nacional va a la salud.
2. La Misión “Barrio Adentro” da atención gratuita hoy a 16 millones de venezolanos (de los 27 que tiene el país); empieza con la atención primaria en cada barrio, con un puesto permanente, y continua en lo Centros de Diagnóstico Integral (en 33 meses se inauguraron 409 CDI), desde donde los pacientes que lo necesitan son transportados en ambulancias públicas a los Hospitales; en 33 meses se inauguraron 180 Centros de Alta Tecnología y 491 Salas de Rehabilitación Integral. De los 300 hospitales venezolanos 130 están siendo ampliados-mejorados; en los últimos 5 ãnos se construyeron 4031 centros de salud (incluyendo a 3005 consultorios populares).
3. Se están formando, por primera vez, miles de médicos en salud comunitaria.
4. En 1998 Venezuela había invertido 5 millones de dólares en vacunas; en 2007 fueron 50 millones.
5. Decisiva es la ayuda de los 30 mil médicos cubanos que trabajaron-trabajan en Venezuela, pero cada vez hay más médicos venezolanos recibidos y capacitados para sustituirlos.

V. Vivienda
1. En Venezuela hay déficit de 800 mil viviendas. Para paliarlo el gobierno ha lanzado planes de mejoría y construcción de nuevas viviendas (para sustituir a los ranchos); ahora se destaca el programa de las Petrocasas que proporciona a los vecinos el material (que incluye vigas plásticas derivadas del petróleo, de ahí el nombre del programa) para que ellos mismos (en equipos constituídos por una mayoría de mujeres) construyan en trabajo colectivo, núcleos habitacionales; se inauguró en 2008 la primera fábrica de Petrocasas, y hay otras cuatro en construcción; en 2008 vio la luz la primera Comunidad Socialista, con 459 Petrocasas, además de escuela y campo deportivo, en el Estado Carabobo, donde se están construyendo otras 2.400 casas (para llegar a producir 12 mil al año); y dice Chávez que se harán en todo el país; cada casa tiene 70 m2 con 3 habitaciones, 2 baños, cocina y comedor y un jardín.; cuesta 53 mil Bolívares Fuertes (unos 30 mil dólares al cambio oficial), a pagar financiados a largo plazo. El 85% de los venezolanos tiene agua potable.

2. Para apoyar ese y otros programas, en 2008 se nacionalizaron todas las industrias de cemento (controladas por multinacionales) y la principal industria siderúrgica (la SIDOR, del Orinoco, que había sido privatizada en 1997 en beneficio de una multinacional ítalo-argentina).

VI. Educación
1. Más de 16 millones (de un total de 27) de venezolanos están estudiando (desde la infancia hasta la Universidad, accesible a los adultos antes excluídos y que hoy frecuentan, entre otras, las 1515 Aldeas Universitarias y/o las aulas organizadas por diversas Universidades públicas antiguas o de reciente creación, o algunas de las ‘Misiones’). En 2008 se destinaron a la educación casi 5 mil millones de dólares, y a la cencia y tecnología se destinó el 2,6% del PIB
2. La escuela primaria atiende al 98% de los niños en edad escolar (los “Simoncitos” de pre-escuela por ahora alcanzan sólo al 10%); en 2008 hubo 7,5 millones de escolares (con 4 millones de ellos atendidos por el programa de atención alimentaria); en 1998 había 24 mil planteles, y en 2008 ya eran 28 mil; la repitencia se redujo significativamente en los últimos cinco años del 7 al 2,6%, y también cayó la evasión que era del 10%. Las escuelas bolivarianas (parte del todo escolar) educan en turnos ampliados (mañana y tarde), y ofrecen alimentación, deportes y atención sanitaria a los alumnos; 4 millones de niños, o sea el 64% de los de la educación pública, son atendidos por la alimentación escolar. Sólo el Estado Miranda inauguró hasta/en 2008 cuatrocientas veinte escuelas y Liceos nuevos.
3. Para beneplácito de mi propuesta de educación ambiental ecomunitarista (y de Paulo Freire, en el que la misma se basa en parte), la propuesta de un nuevo Currículo Educativo, infelizmente bloqueado por la derecha tras la derrota bolivariana en el Referendo Constitucional de diciembre de 2007, se apoya en cuatro grandes pilares que son, aprender a: a) crear (Simón Rodríguez dijo “O inventamos o erramos”), b) a convivir y participar (apuesta a la democracia participativa a todos los niveles), c) a valorar (promover la ética opuesta al egoísmo y al consumismo socioambientalmente irresponsable), y, d) a reflexionar (ejerciendo la primer norma de la ética, según la he deducido en mi obra filosófica). Por su parte, la “Misión Árbol” establece que por cada árbol cortado se planten otros diez; en 2008 se prohibió por ley la pesca de arrastre. 80% de los liceales estudian secundaria en Liceos públicos.
4. Hace 11 años (cuando Venezuela tenía 22 millones de habitantes) iban a la educación Superior sólo 600 mil estudiantes, y en 2007 (con 27 millones), eran 2.135.000; en 1998 había en Venezuela 28 estudiantes universitarios a cada mil habitantes, y en 2007 eran 78 a 83 (según la UNESCO llegaban a 55 en Japón, 56 en Francia y 60 en el Reino Unido). En 2008 mil millones de Bolívares Fuertes fueron invertidos en las Universidades (unos 600 millones de dólares al cambio oficial). En 2008 se abrieron otras cuatro nuevas sedes (en 4 Estados diferentes) de la Universidad Bolivariana.; en agosto de 2008 se graduaron en la Bolivariana y en la Misión Sucre, conjuntamente, 15 mil licenciados en educación; en 2008 la Misión Sucre tenía 101 mil becarios (con becas de verdad, y no ‘créditos educativos’ que deben devolverse, como los había, y en mucho menor cantidad, antes de la revolución bolivariana); en total, las Misiones dan 345 mil becas.
5. Se estudia un nuevo sistema de ingreso a la Universidad, que no dependa de una prueba de ingreso eliminatoria (que excluye a los más pobres de la Universidad pública gratuita). [En Brasil propuse hace una década el fin de la prueba eliminatoria de ingreso, triplicando en las Universidades públicas el número de docentes y técnicos y ampliando según haga falta las instalaciones; como compensación y mediante una buena beca el recién egreso tendría que prestar por dos años el Servicio Social Solidario en la comunidad que lo necesite más cerca de su residencia]. En Venezuela, para atender a los ayer excluidos, 40 cuarteles estaban funcionando en 2008 como unidades de la Universidad de las Fuerzas Armadas (UNEFA, antes de elite y con 3 mil alumnos, y hoy con 300 mil, 98% de los cuales son civiles). En abril de 2008, rápidamente, más de 100 mil jóvenes excluidos de la Universidad se registraron respondiendo al llamado del gobierno, manifestando su deseo de ingresar a ella.
6. En Venezuela hay 100 orquestas sinfónicas infantiles y juveniles (una de ellas acaba de dejar boquiabiertos por su virtuosidad a entendidos de Alemania, Inglaterra y otros países, y ese Proyecto orquestal ganó el Premio español ‘Príncipe de Asturias’); esas orquestas son financiadas por los gobiernos y abiertas a todos; se aspira a reunir en tales orquestas hasta a un millón de jóvenes.
7. Una moderna imprenta adquirida por el Ministerio de la Cultura permite imprimir más de 20 millones de libros por año (en abril de 2008 ya había imprimido 5 millones).

8. En 2009 el 7% del PBI irá a la educación (como se sabe la UNESCO recomienda, como deseable, un 6% para tal fin).


VII. Deportes
Se apoya al deporte desde cada barrio y Venezuela llevó a los Juegos Olímpicos de Pekín a la mayor delegación de su historia ( casi 90 deportistas, cuando antes de Chávez, en los Juegos de 1996, habían ido sólo 39).

VIII. Financiación de la política social
Si las grandes ganancias originadas en el petróleo ya tenían con Chávez uso social (PDVSA invirtió sólo en el Estado Sucre 14 mil millones de dólares en obras sociales), ahora, mostrando que los impuestos hay que cobrárselos primero a los ricos, para ayudar a financiar la política social, se acaba de aprobar el 15/04/2008 el “Impuesto a la Ganancia Súbita” de las petroleras (sólo PDVSA es estatal y las otras que operan en Venezuela son multinacionales), que gravará el excedente de ganancias cuando el barril de petróleo tenga un precio que exceda los 50 dólares y aumentará aún más cuando el barril pase de los 100 dólares (el 15/04/2008 el barril venezolano estaba en 99 dólares); ese impuesto recaudaría unos 700 millones de dólares mensuales que se destinarían directamente al Fondo de Desarrollo Nacional; el fundamento de tal impuesto es que para obtener esa ganancia la petrolera no ha hecho ninguna inversión especial sino simplemente se ha beneficiado del comportamiento especulativo del mercado o de circunstancias que se le asemejan. Se calcula que en 2010 Venezuela tendrá la mayor reserva petrolífera del mundo (desplazando a Arabia Saudita al segundo lugar).
En el 2008 Venezuela tuvo varios apagones; pero en 2008 invirtió en el sector 2600 millones de dólares para paliar el déficit eléctrico, apuntando a eliminarlo mediante sucesivas inversiones (ya funcinana 4 mil Mesas populares de Energía Eléctrica, propiciando la participación popular también en esa área, en la que se ha dado un masivo cambio, patrocinado por el Gobierno, de lamparillas incandescentes por otras económicas.
Venezuela al terminar 2008 tenía reservas monetarias por un monto de 40 mil millones de dólares, y (contrariando la orientación del FMI seguida por tantos gobiernos del tercer Mundo) transfiere lo que considera excedente en ese rubro, para que esos recursos se inviertan en obras productivas y sociales; (antes de que Chávez llegara al poder, y aún en su primer año de gobierno, se estima que de Venezuela se fugaban hasta 500 millones de dólares por día); si en 1998 la deuda pública representaba del 38 al 47% del PIB, en 2008 se redujo al 14,5% (se dice que A. Latina debía en 2008 hasta 660 mil millones de dólares). En diciembre de 2008 se entregaron a las “Madres del Barrio” y para financiar 404 proyectos de economía familiar en manos de mujeres pobres (son 100 mil las beneficiadas que reciben 80% de un salario mínimo todos los meses), 12,7 millones de Bs. Fs (unos 7 mil dólares por proyecto en media); se trata de créditos sin interés y con seis meses de gracia.
Ante la crisis mundial originada en EEUU en el segundo semestre de 2008, Chávez firmó el 05/01/2009 el decreto de inamovilidad laboral, que prohíbe los despidos (en EEUU, para esa fecha, ya había habido un millón de despedidos; el 29/01/2009 la TV pública española TVE informó que se prevé que en 2009 la crisis deje al mundo con 50 millones de nuevos desempleados; esa misma emisora anunció l 7/2/2009 que el Presidente de la multinacional “Telefónica” ganó en 2008 nada menos que 5 millones de Euros; la TV francófona TV5 dijo el 30/11/2008 que en 2008 habían aumentado hasta 10 millones los millonarios en el mundo, con 6% más que en 2007, pero mis cálculos indican que aquella cifra no pasa del 0,15% de la población mundial; recordemos que Venezuela presenta el mismo índice oficial de desempleo que los EEUU: un 7%).
Hay que notar que en los últimos 3 años Venezuela ha tenido una inflación anual estimada entre el 20 y el 30% , pero que el Gobierno ha decretado anualmente sucesivos reajustes salriales que cubrieron integralmente esos aumentos de los precios (que se supone tienen un componente importante de especulación y superganancias). A fines de enero de 2009 Chávez anunció que, pase lo que pase con la economía mundial-capitalista, en Venezuela, el Gobierno y las empresas públicas invertirán en proyectos productivos 220 mil millones de dólares de 2009 a 2012; en 2009 la inversión productiva será del 46% del Presupuesto.

IX. Solidaridad latinoamericana
1. En los últimos 2 años Cuba y Venezuela han operado gratuitamente de los ojos en la “Operación Milagro” a un millón de personas de diversos países latinoamericanos, que salvó a cientos de millares de la ceguera total o parcial.
2. Venezuela ha impulsado la creación de la Alternativa Bolivariana para A. Latina (ALBA), integrada hoy también por Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica y Hondura (y con observadores como Ecuador y Uruguay, entre otros); el ALBA ya tiene su banco para financiar proyectos, así como lo hará el ya creado Banco del Sur (integrado también por Brasil, Argentina y Uruguay, entre otros países que aún no son miembros plenos del ALBA).
3. Venezuela es el corazón de Petrocaribe, para compartir en esa región el petróleo a precios accesibles, para mejor servir a los pueblos. Además realiza intercambios energéticos y de financiación de nuevas instalaciones, por ejemplo con Brasil, con una refinería en Pernambuco y otra en el Orinoco, y para el desarrollo de biocombustibles que no afecten el suministro de alimentos a los pueblos.
4. Se ha creado Telesur, como alternativa al imperio mediático de la derecha y de los EEUU; se habla ahora de la necesidad de Radiosur; a ello va a ayudar (y a muchas otras políticas y programas culturales, educativos, médicos e informativos) el satélite “Simón Bolívar”, lanzado a fines de 2008 desde China, pero administrado por Venezuela (en cooperación con Uruguay). Es bueno recordar que se ha calculado que 8 estudios de EEUU fabrican el 98% de las películas que se ven hoy en A. Latina.
5. Venezuela trabaja activamente por el intercambio humanitario y la paz en Colombia (cuyo gobierno quedó aislado en la Conferencia del Grupo de Río realizada en 2008 en Santo Domingo, como había quedado EEUU en la anterior reunión de la OEA, dedicada al ataque colombiano en territorio ecuatoriano que mató, entre otros al Cmte. de las FARC Raúl Reyes, encargado de negociar, vía Ecuador, la liberación de una tercera tanda de cautivos de las FARC que ya incluiría en aquella época a Ingrid Betancourt).

X. Defensa popular
Además del los cuerpos armados tradicionales, reorganizados mediante nueva Ley, la Milicia Popular ya reúne a 42 batallones (empezó sólo con 8); según un alto responsable militar, la misma aspira a congregar a 15 millones de venezolanos a partir de 50 mil Consejos Comunales, dándoles formación militar para defender al país; de hecho, ya participan en Cuerpos Combatientes, obreros del metro de Caracas y estudiantes, entre otros, y mujeres voluntarias se han integrado al servicio de las armas.

B. ALGUNAS REFLEXIONES CRÌTICAS

Obviamente, no cumpliría a cabalidad mi tarea de filósofo de la liberación, si no manifestara, a partir de mi propuesta ecomunitarista, algunas reservas críticas que apunto en el intento de ayudar a mejorar las transformaciones que practica la revolución bolivariana orientada hacia el socialismo del siglo XXI; el cuadro general en el que se enmarcan las mismas se puede ver en mi artículo “El ecomunitarismo y algunos problemas del socialismo del siglo XXI en A. Latina”, incluido en mi reciente libro “Ecomunitarismo, socialismo del siglo XXI e interculturalidad” (Ed. FURG, Rio Grande, Brasil, 2009), donde, a partir del concepto de ecomunitarismo, reflexiono sobre: 1) la perspectiva intercultural, 2) la perspectiva socioambiental, 3) la cuestión de la satisfacción de las necesidades básicas, 4) el peligro del Partido único, 5) el peligro de los líderes vitalicios, 6) la cuestión de la educación ambiental problematizadora, 7) la cuestión erótica, 8) la libertad de prensa, 9) la burocracia estatal, 10) la defensa armada del pueblo, y, 11) las grandes cuestiones de la vida y de la muerte.

1. Los últimos resultados electorales

Como se sabe, el Referendo del 15/02/2009 decidió en Venezuela acerca de una enmienda constitucional que permite la postulación a la reelección, sin límites del número de mandatos, al Presidente, a los Gobernadores, Alcaldes y Diputados (nacionales y regionales). Según los primeros números divulgados por el Consejo Nacional Electoral la misma noche del 15/02/09, cuando se había escrutado el 94,2% de los votos, de los casi 17 millones de inscritos habían votado 11.043.676 electores, lo que arroja una abstención del 32,95%; el “Sí” (defendido por Chávez) obtuvo el 54,36% de los votos (6.003.054), y el “No” obtuvo el 45,63% (5.040.082 votos). Como lo había dicho en e-mail enviado a l@s amig@s venezolanos a principios de año, como la suerte ya estaba echada con el lanzamiento de la enmienda por el Pte. Chávez a través de la Asamblea Nacional, para el bien de la continuidad de la revolución bolivariana, deseábamos la victoria del “Si” por el mayor margen posible, aunque no creemos que la permanencia de un mismo dirigente en su cargo sea positivo para el socialismo del siglo XXI, por razones que explicaremos brevemente al final de este artículo; ahora bien, la continuidad del proceso bolivariano permite que esa cuestión, como otras de capital importancia, se dirima en la marcha de la revolución, al tiempo que un triunfo del “No” podría significar el fin de la misma. Ante los primeros resultados divulgados por el CNE nos regocijamos por el triunfo bolivariano y, al mismo tiempo, no podemos dejar de señalar como datos preocupantes los siguientes: a) a diez años de revolución bolivariana, aún se eleva al 32% la abstención (recordemos que en el Referendo Constitucional celebrado en Bolivia el 15/01/09, la abstención fue del 10% y el “Sí” obtuvo más del 61%), y, b) la mayoría obtenida por el “Sí” es significativamente inferior a la registrada por Chávez en su reelección (cuando obtuvo un 63%), y aún a lo que obtuvo en 1998 (56,3%). Esos datos, sumados al muy importante resultado obtenido por el “No” deberían blindar a los bolivarianos contra todo triunfalismo, y obligarlos a una permanente autocrítica y búsqueda teórico-práctica. En el mismo sentido apuntan la derrota en el Referendo Constitucional del 02/12/2007 (derrota apretada de menos del 51% contra más del 49%, pero derrota al fin), y algunos de los resultados de los últimos comicios del 23/11/2008. En ellos el Partido presidido por el Pte. Chávez (el PSUV) obtuvo un importante avance en la conquista de Alcaldías; si en las elecciones de 2004 los bolivarianos habían conquistado 226 Alcaldías (de las 330 que tiene Venezuela), ahora ese número se elevó a 264 (o 265), lo que significa un avance del 15%, pues se pasa del 65% al 80% del total de Alcaldías (mientras que la derecha ganó ahora unas 60; en el resto, por un motivo u otro no hubo esta vez elecciones); ese dato muestra el arraigo bolivariano en las bases, y creo que la principal sugerencia que de él emana, es que hay que consolidar ese arraigo, transfiriendo cada vez más poder al pueblo, en especial a través de los Consejos Comunales (hoy ya son 25 mil en Venezuela) y las Comunas Socialistas, por crearse; esa es la única forma de construir con raíces sólidas y duraderas el socialismo del siglo XXI (que, precisamente, tiene en la democracia directa una de las características que lo distingue del estatista, nomenclaturista y burocrático “socialismo real” del siglo XX, que abandonó el camino que le trazaba la consigna original-fundamental “todo el poder a los soviets”, y transfirió el poder de hecho al Partido, y luego a la cúpula del Partido representada por su dirigente máximo). No obstante hay que registrar en la elección del 23/11/08 la pérdida de la Alcaldía Metropolitana de Caracas y de la de Maracaibo, las dos más grandes urbes del país; allí la derecha vencedora centró su campaña en la inseguridad (asignatura pendiente del proceso bolivariano) y en problemas de recolección de basura y del tránsito, lo que demuestra la importancia del enfoque socioambiental en el socialismo del siglo XXI, con la consiguiente educación socioambiental de los dirigentes, militantes, activistas y ciudadanía en general, en especial en las grandes urbes venezolanas. En esas mismas elecciones del 23/11/08 los bolivarianos del PSUV ganaron el 77% de las Gobernaciones; pero hay que registrar que el chavismo no ganó en ninguna Gobernación donde ya no lo hubiera hecho en 2004, al tiempo que perdió la Alcaldía Mayor de Caracas y el Estado de Mérida, y no pudo recuperar ni Zulia (donde además perdió la Alcaldía de Maracaibo en disputa con quien enfrentó a Chávez en la última elección presidencial), ni Nueva Esparta. Nótese que de los Estados ganados, sólo en 2 el chavismo sobrepasó la cómoda barrera del 60% (Lara, con 73%, y Monagas, con 65%); a eso súmese que en Barinas, donde gobernaba el padre de Chávez y ahora el candidato a su sucesión era el hermano de Chávez, Adán, su victoria se dio por sólo 49,63% contra 44,58%; hay que registrar también la derrota de cinco “pesos pesados” del PSUV, apoyados por el Pte. Chávez: Giancarlo Di Martino (alcalde saliente de Maracaibo y candidato a la Gobernación del Zulia), Diosdado Cabello (derrotado en la aspiración a la reelección en el Estado Miranda), Jesse Chacón, derrotado en el Municipio Sucre), Mario Silva (conductor del programa diario “La Hojilla”, difundido en la televisión pública), y Aristóbulo Istúriz (derrotado en la disputa por la Alcaldía Metropolitana de Caracas, y también conductor, con una periodista, del programa diario “Dando y Dando” divulgado en la televisión estatal VTV); a Cabello y Chacón, por cierto, el Presidente otorgó sendos sillones ministeriales tras la derrota, cuando quizá lo mejor fuese dejar a esos cuadros provisoriamente en el llano para que procesaran su autocrítica alimentada con la crítica popular; a propósito del caso Silva dijimos que quizá parte de su derrota haya que buscarla en el estilo provocador y agresivo que usa en su programa, cuando nos parece que la actividad político-pedagógica del socialismo del siglo XXI requiere el tono más didáctico y respetuoso posible, máxime cuando, más allá de los dirigentes derechistas aliados a los EEUU, el mensaje bolivariano ha de llegar a casi la mitad de los votantes venezolanos que han dicho “No” este 15/02/2009, y al 32% que ni siquiera se dignó participar; parece evidente que el socialismo del siglo XXI no se construirá nunca de forma duradera con tan sólo la mitad más una de las voluntades (aunque la norma democrática de la mayoría habilite a tomar decisiones con esa escasa diferencia); aunque el estilo de Istúriz es respetuoso, hay que destacar que perdió la elección a pesar de la gran ventaja que en los tiempos que corren significa la exposición diaria en la TV (no en vano digo que la TV es hoy el principal aparato ideológico del capitalismo, y por ello reclamamos su democratización, para ponerla en manos de los ciudadanos; atención: digo de los ciudadanos organizados, y no del Estado o de un Partido).

Desafíos y amenazas inminentes

Si la victoria del “Sí” ofrece al Presidente Chávez la posibilidad de volver a presentarse a la elección presidencial en 2012, no es menos cierto que la derecha se sentirá fortalecida con el 45% de los votos que acaba de obtener, y, con ello, redoblará su agresividad, pues sabe que no tiene hoy ningún candidato que pueda rivalizar personalmente con Chávez en la disputa por la Presidencia; tal circunstancia llevará a la derecha (y a EEUU) a insistir en sus planes de asesinar a Chávez. Por otro lado es de prever un aumento de las acciones desestabilizadoras, con agitación callejera protagonizada por los escuadrones universitarios de la derecha.
Viendo como se distribuyen las preferencias en la sociedad venezolana (las encuestas revelaron que de cara al Referendo del 15/02/09 se decantaba por el “Sí” la mayoría de las clases menos favorecidas, al tiempo que lo hacía mayoritariamente por el “No” la clase media, además, por supuesto, de la clase alta), parece que los bolivarianos tienen por delante por lo menos cinco grandes desafíos: a) como dijimos, consolidar el poder popular a partir de los Consejos Comunales y Comunas Socialistas, donde son protagonistas las clases más pobres y los activistas de la clase media que militan en filas bolivarianas; esa consolidación incluye la necesidad de un gran incremento de la socialización de los medios de producción, o sea de la economía manejada sin patrón por los propios trabajadores y ciudadanos organizados, para resolver cada vez más y mejor las necesidades que pone el desarrollo universal de los individuos; b) propender a la unificación voluntaria del movimiento obrero, hoy dividido en diversas centrales y sindicatos; esa unificación debe ser entendida como unión protagónica crítico-propositiva en y de la pluralidad, y nunca según el modelo estalinista de la “correa de transmisión del Partido” ; c) disputarle a la derecha la clase media, fortaleciendo de forma muy especial el trabajo teórico-práctico en las Universidades y sus áreas de influencia (tarea en la que esperamos que nuestra “Red Universitaria Simón Rodríguez” pueda contribuir con su grano de arena); d) promover una política continuada de formación, promoción y rotación de cuadros en las funciones dirigentes que no sean pasibles de anulación por la democracia directa; e) combatir el culto a la personalidad.

La cuestión de los dirigentes

Aunque se ha referido con más insistencia a un tercer ciclo revolucionario decenal que iría hasta el 2020 (el primero se habría abierto con el “Carachazo” en 1989, y el segundo se habría iniciado con la llegada de Chávez al Gobierno en 1999), hemos oído al Presidente Chávez decir en los últimos meses algunas veces en sus discursos que quizá podría quedarse en la Presidencia hasta el 2030, o aún más; y ello es preocupante (más ahora que la posibilidad de presentarse a la reelección sin límites de mandatos se ofrece también a los Gobernadores, Alcaldes y Diputados).
La experiencia del “socialismo real” del siglo XX, nefasta en ese aspecto, nos hace temer que el “Si” ganador el 15/02/09 abra las puertas a la instalación de una nomenclatura compuesta por dirigentes que querrán su eterna reelección, apoyados por los adulones que nunca faltan y que se benefician con migajas (a veces no tan migajas), mediante mecanismos de corrupción o simple favoritismo. Contribuye a esa amenaza el evidente culto a la personalidad devotado hacia Chávez, y que cada dirigente estadal o local trata de reproducir a su escala; sabemos que el culto a la personalidad es una infantil y mortal enfermedad del socialismo del siglo XX, inaugurada por Stalin, y que en mucho contribuyó a sepultar el intento socialista en la URSS y en los ex países socialistas de Europa que desde 1991 han retornado al capitalismo (claramente mafioso en varios casos).
En óptica ecomunitarista, defendemos la idea de que la democracia debe ser, siempre que sea posible, ejercida de manera directa; que los dirigentes deben ser electos y revocables a cualquier momento por quienes los eligieron; que la educación socioambiental problematizadora ecomunitarista, diseminándose por toda la sociedad (a través de instancias formales y no formales) forma cada vez más a un sinnúmero de ciudadan@s apt@s a ejercer las funciones dirigentes, lo que torna posible la superación del culto a la personalidad y la rotación periódica de las personas en tales funciones (evitando así el cáncer de la nomenclatura, que acaba indefectiblemente por matar todo intento socialista); por otro lado es bueno que se destaque que la salida (aunque sea temporal) de un dirigente para volver a la condición de simple ciudadano, es una medida que le permite (usando los transportes públicos, haciendo colas, etc.) constatar en carne propia y como ciudadano de a pie los avances y las carencias de la Revolución, pertrechándolo mejor para un eventual retorno a actividades de dirección; no olvidemos que el desarrollo del individuo universal supone la superación de las ‘especialidades’ unilateralizantes (entre ellas, también la unilateralidad de la función dirigente), para que cada uno pueda expandir sus múltiples vocaciones al servicio del bienestar colectivo (regido por la frugalidad ecológica determinada por la tercera norma de la ética ecomunitarista); hay que destacar también que la salida (a veces temporal) de un dirigente de su condición de tal, no significa que la Revolución se prive de su ejemplo y de su consejo (Gandhi nunca tuvo cargos en el Partido del Congreso o en el Gobierno y vaya si guió con su ejemplo y consejos; que la India no haya sido después la de sus sueños no quita nada al valor de su conducta ejemplar, que ahora reivindicamos como modelo inspirador para los llamados a ejercer temporalmente funciones directivas en el socialismo del siglo XXI).

terça-feira, 3 de fevereiro de 2009

PEDAGOGÍA: DECLARACIÓN DE HABANA 2009

DECLARACIÓN DE LA HABANA
PEDAGOGÍA 2009
”ENCUENTRO POR LA UNIDAD DE LOS EDUCADORES”
(enero 2009)

En el 156 aniversario del natalicio de José Martí, Héroe Nacional de la República de Cuba y el 118 de publicado su ensayo “Nuestra América”, símbolo de identidad, libertad y soberanía; educadores y maestros asisten a Pedagogía 2009, participamos conscientes de que el ejercicio de los derechos y el disfrute de las oportunidades educacionales por las que luchamos, no pueden ser posible sin cambios esenciales en el orden político, económico y social.

Al clausurar hoy 30 de enero este encuentro por la unidad de los educadores, saludamos el Día de la Identidad Latinoamericano y Caribeña, cuando esta región del planeta se une para marchar de la mano por los caminos de la integración solidaria y declaramos que unidos podemos resistir, que unidos podemos avanzar, que unidos podemos triunfar.

A pesar de los esfuerzos realizados, millones de personas en el mundo viven, en absoluta ignorancia, la escuela publica y los maestros de muchos de nuestros países sufren los efectos negativos de la continua disminución del financiamiento para la educación, de la reducción de las posibilidades de estudio y de la superación profesional; ello pone en riesgo el logro de una educación de calidad para todos.

Los cambios que tienen lugar en el mundo y que son consecuencias de la globalización, del deterioro del medio ambiente y de la presencia creciente de tecnologías de la información y las comunicaciones en todas las esferas de la sociedad, traen aparejados nuevos y complejos retos que demandan de las instituciones educacionales y los educadores, respuesta viables, certeras y prospectivas.

Por ello es que hoy, como nunca antes, las responsabilidades que asumimos para con nuestros pueblos, deben comprometernos, en el conjunto de los cambios que se requieren; a trabajar en las aplicación de políticas dirigidas a la ampliación del acceso a la educación; en la extensión de la escolaridad; en la superación permanente de los educadores; en procurar una educación de calidad que promueva el desarrollo integral, el respeto a la diversidad y potencie todo lo que nos une; en la práctica de independencia; soberanía y autodeterminació n de los pueblos.

Estas realidades han sido objeto de análisis en las sesiones científicas de Pedagogía 2009, que ha tenido como temas centrales los de formación integral de ciudadanos, educación científica y desarrolladora; formación de educadores y ciencias de la educación.

Los debates se han centrado en aspectos teóricos – metodológicos y prácticos referidos a la formación de valores; la formación profesional inicial y permanente de los educadores, la educación, la educación de la sexualidad y para la salud, la educación ambiental, artística y física, la calidad de la educación y sus sistemas de evaluación, la integración social, la educación especial y la atención a personas con necesidades educativas especiales, el uso e impacto de las tecnologías de la información y la comunicación, la atención a la formación integral de niños, adolescentes y jóvenes, la educación superior, la actividad científica educacional y los métodos innovadores de la alfabetizació n, entre otros.

Los educadores, herederos de los mejor de la tradición pedagógica de nuestros pueblos, consciente de nuestro papel de vanguardia en el combate por una sociedad mejor para las presentes y futuras generaciones, ratificamos en este encuentro ante el mundo, nuestro compromiso de ocupar, con honor y dignidad, el lugar que nos corresponde en esta lucha por la vida, la dignidad y el desarrollo humano, en íntima armonía con la naturaleza.

Los resultados de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de América (ALBA), que en algunos de nuestros países, es motor de avance en la erradicación del analfabetismo, la extensión de la atención gratuita en salud a todos los ciudadanos, el desarrollo de nuevas fuentes de empleos sustentadas en la llamada “globalización de la solidaridad” y la cooperación basada en el beneficio mutuo del uso racional y armónico de recursos naturales, como el petróleo, el agua, la biodiversidad y la tierra en beneficio de nuestros pueblos, con el objetivo de reducir y, finalmente, eliminar el desempleo, nos estimula y nos hace comprender que un mundo mejor es posible.

Saludamos los éxitos alcanzados por varios países gracias a la aplicación del método cubano de alfabetizació n y postalfabetizació n “Yo, sí puedo”, y “Yo, sí puedo seguir” y destacamos, de manera muy especial, las proezas realizados por las hermanas república de Venezuela y Bolivia, que se han declarado territorio libre de analfabetismo.

Desde esta tribuna, en este encuentro de educadores y maestros que consagran sus esfuerzos día a día al fortalecimiento de los valores del espíritu, condenamos el genocida bloqueo impuesto al pueblo cubano y su brutal impacto en el sistema educativo. Del mismo modo, exigimos la libertad de los cinco héroes cubanos que sufren injusta prisión en cárceles de los Estados Unidos por luchar en ese país contra los planes terroristas organizados contra Cuba. Ellos son Antonio Guerrero, René González, Fernando Gonzáles, Gerardo Hernández y Ramón Labañino.

Ratificamos nuestra disposición de no cejar en el empeño de proclamar, junto al pueblo cubano y la solidaridad internacional, el derecho de estos cinco valerosos cubanos de obtener su libertad. Es por ello que proponemos a este congreso:

· Declarar a los 5 Héroes “Maestros de la Dignidad ” porque durante 10 años nos han dado pruebas de sus firmes convicciones y valores y por ejercer esta honrosa profesión en las propias cárceles del imperio.

· Solicitar a todos los participantes un compromiso para que, haciendo uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones a su alcance, hagan llegar a las organizaciones sociales, no gubernamentales, a los maestros de todo el mundo y, en especial, a los maestros norteamericanos, un mensaje sobre el derecho de estos cinco jóvenes cubanos a su libertad.

¡VIVA LA UNIDAD ENTRE LOS PUEBLOS!
¡VIVAN LOS EDUCADORES DEL MUNDO!